La inquietud es real en el partido socialista, aunque se intenta disimular en público. Frente a quienes exclaman en privado "no entiendo lo que está pasando" y quienes atribuyen a una "operación mediática" el 'efecto Albert Rivera', se sitúa una dirección federal que se afana en disimular su nerviosismo y en advertir públicamente que Ciudadanos podría desinflarse como Podemos que en el mes de enero aparecía como primera fuerza en algunas encuestas.
La de Metroscopia este fin de semana no ha hecho más que avivar la inquietud de la Ejecutiva Federal que sigue estudiando las 'tripas' de un sondeo que atribuyen a la "contaminación de las catalanas" y a una idea de la defensa de la unidad nacional que le renta a la derecha del PP y Ciudadanos, pero no al PSOE que tanto ha criticado el inmobilismo del PP y contra el que ha luchado blandiendo su reforma constitucional de corte federal.
A pesar de que Cataluña parece ser la piedra angular de la campaña electoral, los socialistas confían en que el efecto de Ciudadanos acabe siendo como el de Podemos: subir rápidamente para luego bajar al mismo ritmo. Dicho en las palabras de la secretaria ejecutiva de Participación y Redes, María González Veracruz: "hemos vivido otros datos en otros partidos que no se han consolidado en las urnas".
Referencia velada a Podemos que acompañó Veracruz con un mensaje de prudencia en una comparecencia en Ferraz en la que no rebajó la expectativa de los sondeos diciendo que "la inquietud es la misma de siempre" porque "quedan 50 días para las elecciones". Los socialistas siguen instalados en el mantra de que "la mayoría de los españoles quieren cambio y nosotros somos los únicos que podemos ofrecerlo", dicen ajenos a ese 56% de los votantes socialistas que, en la encuesta de Metroscopia, se manifestaron en contra de que PP y PSOE gobiernen España en la próxima legislatura. En el caso de los votantes del PP, el porcentaje se rebaja al 23%.
Pasando por alto este dato, el PSOE se aferra al "liderazgo renovado" del PSOE en la persona de Pedro Sánchez y en su "lealtad a los principios socialdemócratas" que le permiten afirmar que "en la política hay que ser auténtico y no hay ningún partido que sea capaz de serlo" como el PSOE. La referencia velada al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, pretende responder a la pregunta de por qué, en el eje izquierda/derecha, el PSOE no es capaz de emerger como alternativa "de izquierdas" al Gobierno del PP y sí lo es otra formación "de derechas" según el PSOE. Se encogen de hombros con un significativo silencio que da buena muestra de la desorientación demoscópica que reina en el PSOE.