Este mismo sábado, de madrugada, se cumplen tres años del trágico suceso que costó la vida a cinco chicas durante la fiesta de Halloween -que organizó el empresario Miguel Ángel Flores y que contó con la actuación estelar del dj Steve Aoki- y donde se congregaron un mínimo de 22.800 personas frente a las 10.600 permitidas. Y el juicio para dilucidar la responsabilidad de los quince acusados está a la vuelta de la esquina, arrancará el 12 de enero. Serán cinco meses en los que estas quince personas -entre las que figuran el propio Flores, principal acusado y para el que se piden cuatro años de prisión; el exjefe de la Policía Muncipal, Emilio Monteagudo, el fiscal pide para él tres años de cárcel; y el médico Simón Viñals, que se enfrenta a una petición de dos años y medio de prisión- deberán responder por lo que pasó el 1 de noviembre de 2012.
La tragedia pudo haberse evitado si se hubieran tomado las medidas necesarias y corregido las negligencias que el Madrid Arena arrastraba desde la época de Alberto Ruiz Gallardón. Así lo mantienen los abogados de las cinco víctimas y así lo sostuvieron en su momento también los principales grupos de la oposición -PSOE y UPyD- frente a la alcaldesa, Ana Botella, a quien lo ocurrido estuvo cerca de costarle el puesto y que ahora salpica de lleno a su sucesora, Manuela Carmena.
Y es que, ¿qué es lo que ha se hecho durante estos años para corregir las deficiencias detectadas durante la instrucción del caso? Nada, o prácticamente nada. El pasado 26 de septiembre, sin ir más lejos, durante el evento deportivo Arnold Classic Europe, que se celebró en estas instalaciones, se volvió a producir un sobreaforo que terminó con el desalojo del público. Este hecho, junto a la petición de Isabel de la Fuente [madre de una de las chicas fallecidas] al Ayuntamiento de Madrid para que cierre el Madrid Arena hasta que cuente con las medidas de seguridad adecuadas y que ya ha recibido más de 43.000 firmas, ha empujado al consistorio madrileño a reunirse con ella y dar la cara tras la desidia mantenida durante este tiempo.
Las polémicas medidas tomadas por Carmena
De la Fuente se pregunta por qué el recinto sigue abierto "a pesar de no tener licencia", como establece la Ley de Espectáculos de la Comunidad de Madrid, pero el equipo de Manuela Carmena no lo ve necesario al estar englobado en el Catálogo de Bienes e Inmuebles municipales. "Nunca se va a repetir una fiesta como la que tuvo lugar hace tres años aquí. Sería impensable con las medidas de seguridad que hemos tomado", se limita a decir el Ayuntamiento.
Dentro de esas medias, el equipo de Carmena destaca una de ellas: "el Ayuntamiento ha adquirido pistolas de lectura digital de entradas a una empresa de ticketing que ha ganado un concurso oficial. A estas pistolas se adaptan unos códigos, ya sea el de barras o el QR" para el control de accesos, que se complementará mediante "contraste manual con clicadores", señaló esta semana el director de Seguridad de Madrid Destino, Raúl Valera. Pero resulta que aquella fatídica noche ya se usaron pistolas lectoras de códigos.
También se han instalado dos cámaras fijas que faltaban en los vomitorios, entre ellas una que debía haber estado en el lugar donde murieron aplastadas tres de las cinco jóvenes, y que aquel día solo tenía la carcasa.
Pero el Madrid Arena sigue sin contar con una enfermería en condiciones. Ha pasado de estar ubicada en un cubículo sin ni siquiera agua corriente a otro que tampoco la tiene.
"Carmena sería responsable si vuelve a pasar"
Abdón Núñez, abogado de la familia de Belén Langdon, denunciaba la pasada semana en una entrevista con El Mundo que "igual que hace tres años, [el Madrid Arena] no tiene licencia, ni enfermería, ni control de aforo efectivo, se siguen dando ellos el aforo que consideran oportuno".
"Lo primero que hay que hacer es cerrarlo y legalizarlo, como se nos exige a todos los particulares. Solicitar del Ayuntamiento licencia de actividad o funcionamiento y que sean los funcionarios municipales los que digan a qué uso se puede dedicar el recinto y con qué aforo", remarcó, a la vez que remachaba que el gobierno de Carmena no ha hecho "absolutamente nada. Todo sigue igual. El edificio es ilegal, los letrados consistoriales brillan por su ausencia, se siguen pagando abogados privados, e incluso siguen instalando cámaras falsas. ¿Y estos eran los que venían a regenerar el Ayuntamiento? Eso sí, ahora ya no podrán alegar desconocimiento. Si algo pasa, y puede pasar, Manuela Carmena sería responsable, al menos por omisión".
El PSOE, muy combativo con Ana Botella cuando sucedieron los hechos y durante la comisión de investigación que se llevó a cabo después de la tragedia, mantiene ahora un perfil bajo a la hora de pedir explicaciones a Ahora Madrid, formación a la que apoya en el gobierno. Sólo UPyD -fuera ya del Consistorio- reclama lo mismo que las familias de las víctimas.
Pero el equipo de Manuela Carmena está convencido: el Madrid Arena es ahora un "edificio seguro".