Las reprimendas de José María Aznar a sus excompañeros populares se están convirtiendo en una tónica habitual en las últimas semanas. La última ha llegado vía artículo en El Mundo. En un escrito titulado "Cataluña, el Majestic y la lealtad", Aznar defiende el acuerdo firmado en el hotel con ese nombre entre el Partido Popular y CiU en 1996 y que produjo, según él, un retroceso del nacionalismo en Cataluña.
Así, el expresidente del Gobierno responde a aquellos que critican este pacto, ya que, según Aznar, el acuerdo fue "convertido por algunos argumentarios, bastante torpes por cierto, en un episodio que debería ser olvidado o en una suerte de precursor de todos los males que el independentismo catalán nos ha traído".
"Fue un acuerdo muy positivo para toda España y muy bueno para Cataluña", asegura, en el que se asentó "la recuperación, el crecimiento y empleo" y consiguió que España adquiriera "credibilidad" y tuviera una mayor proyección internacional.
"Fue una elección de éxito del Partido Popular", insiste y recuerda que contó "con un equipo de negociación comprometido y competente", entre los que estaba el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con el que logró que el pacto obtuviera el "respaldo mayoritario de los españoles", buenos resultados en Cataluña y que el nacionalismo descendiera de 1995 a 2003.
"Como conviene distinguir entre voces y ecos, hay que fijarse en los dedos acusadores que apuntan al Majestic, porque muchos de ellos hasta ahora no dejaban de adoctrinarnos sobre las maldades de las mayorías absolutas y las bondades de 'la cultura del pacto'. Y eso sin contar con todos los que de repente exhiben una portentosa clarividencia retrospectiva desde la que adivinan el pasado pero que no les da para recordar dónde estaban o qué escribían sobre el acuerdo hace ahora casi 20 años. Me parece que hay mucha inconsistencia y bastante miopía en estas reacciones que, al final, exculpan a los nacionalistas de sus responsabilidades y las trasladan a los que son tachados bien de entreguistas o bien de inmovilistas, según lo dicte el argumentario del día o la conveniencia en tiempos difíciles", añade.
Y dice que, los que declaran un grado máximo de nacionalismo catalán han aumentado, sobre todo hasta 2012, mensaje claro al Gobierno de Zapatero aunque Aznar evita poner un causante con nombre y apellidos. Lo que no recuerda el expresidente es que fue él el que eligió al cabeza de este Gobierno: Mariano Rajoy.
En este sentido, apunta que "la media de la escala de nacionalismo catalán elaborada por el CIS (1=mínimo grado de nacionalismo; 10=máximo grado de nacionalismo) descendió durante aquellos años de gobierno del PP desde el 5,72 en 1995 hasta el 5,42 en 2003; el último registro, de noviembre de 2012, la sitúa en el 5,9. Quienes declaran un grado máximo de nacionalismo catalán (9-10) han pasado del 10,2 en noviembre de 2003 (mínimo valor de toda la serie histórica del CIS, iniciada en 1991) al 24,7 en noviembre de 2012".
Y finaliza insistiendo que el acuerdo "no generó privilegios". "En el pacto no se hizo ninguna cesión tributaria singular a Cataluña", sentencia, insistiendo en que lo único que se acordó fue la puesta en marcha de un nuevo modelo de financiación autonómica para el siguiente quinquenio 1997-2011.