Borja Sémper, portavoz del PP vasco en el Parlamento y presidente del partido en Guipúzcoa, ha hablado en Es la Tarde de Dieter, de esRadio, sobre la ausencia mediática y de actos públicos de su presidenta, Arantza Quiroga, tras la polémica de la moción sobre Bildu, que Génova forzó a retirar.
Preguntado sobre si sabe dónde está Quiroga, ha respondido con un vago "no tengo ni la más remota idea". Y ha admitido más adelante que no es "explicable" que lleve seis días sin aparecer. Unas declaraciones que contrastan con lo afirmado por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, al ser preguntada por el mutismo de Quiroga. Dirigiéndose a la prensa, les preguntó si ellos no se cogían nunca "cuatro días de vacaciones".
Sobre la polémica en sí, Sémper ha indicado que lo que pretendían era liderar el proceso "post ETA" y conseguir que impere el "relato real". La condena a ETA, ha indicado, es "rotundamente necesaria" para hablar. Y ha explicado que "se ha hecho rematadamente mal" la comunicación desde su partido. "Nos hemos equivocado de cabo a rabo en la gestión de esta moción, hay que decirlo abiertamente".
Sémper ha apuntado que ETA es "un tema muy sensible" para el PP vasco y hubo errores no tanto en el contenido de la moción como en su gestión."Se han generado dudas", ha afirmado. Tras apuntar que todas las personas cometen errores, pero "no nos hemos vuelto locos", ha defendido que su partido intenta seguir percibiéndose como "útil" en la sociedad vasca, "una lucha titánica" en el marco del nacionalismo. A ello respondía, ha reiterado, la ponencia para deslegitimar el terrorismo.
El dirigente popular repitió varias veces que Quiroga "no explicó bien" que la ponencia perseguía que no se diluyeran responsabilidades. "¿Cómo va a renunciar el PP a la condena del terrorismo?", ha dicho.
Sobre su presidenta, Sémper ha dicho que es lógico que quien sufre un revés así "esté dolido" y la ha definido como un "activo en el PP vasco". "Lo que no es explicable es que no tengamos contacto desde hace seis días. No se pueden poner paños calientes", ha zanjado. En su opinión, todo lo ocurrido "tiene que suponer un antes y un después en la política de comunicación" del partido.