A Podemos se le presenta una campaña complicada para las elecciones generales del 20 de diciembre. Si hace unos meses su principal rival para estos comicios era el PSOE de Pedro Sánchez, tras las elecciones catalanas del 27S a los de Pablo Iglesias les ha quedado claro que en la lucha por el voto "de las mayorías", tienen otro gran rival: Ciudadanos.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, tiene muy presente la experiencia vivida en las elecciones catalanas. Allí los del partido morado llegaron convencidos de que iban a lograr el apoyo del "cinturón rojo" de Barcelona, la zona industrial de la ciudad condal, feudo tradicionalmente socialista. Pero, en vez de convertirse en morado, este cinturón finalmente se tornó naranja.
Ciudadanos fue la fuerza más votada en Hospitalet, Castelldefels, Esplugas, Gavá, El Prat, Sant Boi, Viladecans... lugares donde la filial de Podemos en esa comunidad, Cataluña sí se Puede, había concentrado casi todos sus actos de campaña, protagonizados por el propio Pablo Iglesias.
Además, la formación que lidera Albert Rivera también consiguió resultados sorprendentes en lugares como Nou Barris, un distrito del norte de Barcelona que hasta ahora había sido uno de los feudos tradicionales de los socialistas catalanes. Ciudadanos se llevó el 27S el distrito mimado por Pablo Iglesias, "el Vallecas catalán", según los de Podemos. Un símbolo para ellos, el segundo que más votó a la alcaldesa Ada Colau, que terminó por conquistar Inés Arrimadas.
Una campaña difícil
Fuentes del partido explican a Libertad Digital que, a partir de ahora, Podemos "tiene mucho trabajo por delante en las calles hasta las generales para que no vuelva a suceder lo de las catalanas, que los de abajo entiendan que Podemos es su partido y que Ciudadanos es la marca blanca del Partido Popular".
Por ello, harán equilibrios para contentar a unos y a otros. Dicen que Podemos volverá a patearse la calle, a asistir a manifestaciones y a mostrar su apoyo a otros movimientos sociales, como las Euromarchas. Allí, prometerán que las reivindicaciones expuestas por estos movimientos serán "llevadas a la Moncloa si llegan al poder".
Pero todo ello sin abandonar su discurso "transversal y trasnformador", para no perder el voto "mas moderado". Así que volverán a centrar la campaña en "dejar claro quiénes son los de arriba y los de abajo".
"Recuperar la frescura y la cercanía" de Pablo Iglesias será otro de los retos para el partido morado en estos meses. Algo que "no va a ser fácil", reconocen a LD fuentes cercanas al líder de Podemos.