13 de junio de 2015. Manuela Carmena toma posesión de su cargo como alcaldesa de Madrid con los votos a favor de su grupo de extrema izquierda (Podemos, Ganemos y Equo) y el Partido Socialista, que se hace cómplice de lo que ocurra desde entonces con la gestión del principal Ayuntamiento de España. No han pasado todavía cuatro meses desde que se hizo con el bastón de mando pero no le ha faltado tiempo para dejar a su paso infinidad de desvaríos.
Comenzó a escribir su particular antología del disparate con la idea de crear cooperativas de madres para que se ocupasen de limpiar colegios e institutos de la capital, lo que provocó airadas protestas por parte distintas asociaciones de madres y de los sindicatos que le respondieron a la alcaldesa que la idea había llenado de zozobra e inquietud a los miles de trabajadores que realizan la limpieza de los centros escolares.
Y entre esta medida y la que ha expresado hoy de poner a barrer a los universitarios, ha ido insinuando otras de menor calado pero absolutamente irrisorias.
Por ejemplo, colocar ceniceros por toda la ciudad con un logo "muy bonito" para concienciar a los fumadores de que no pueden tirar las colillas a la calle. Más tarde y para promocionar la imagen turística de la ciudad, se le ocurrió que sería una gran idea que los bares tuvieran servilletas con dibujos de los lugares más emblemáticos de la capital. También que se hicieran visitas guiadas por Mercamadrid dónde además los visitantes podrían tomarse "unos pescaditos y otras cosas muy ricas".
Y la nueva ocurrencia "Carmenil" de hoy va muy en la linea de la cooperativa de madres para limpiar colegios: universitarios para barrer las calles. Evidentemente los chicos a los que hemos preguntado hoy sobre esta posibilidad no daban crédito. "¿Por qué nosotros?", se preguntan... "Una verdadera tontería", dicen otros. La medida también ha sido criticada por partidos políticos, sindicatos, y empresas de limpieza así como por los propios barrenderos, que nos han trasladado su inquietud.
Si se trata de barrer a mí se me ocurre la mejor solución de todas: barrer de la alcaldía de la capital a la señora Carmena y a sus compañeros de Ahora Madrid. Así saldríamos ganando todos.