El 27 de septiembre de 2015 será para Podemos una noche negra en su corta historia como partido. Ni los más pesimistas se hubieran imaginado un fracaso de estas dimensiones. Cuartos, aunque muy igualados en votos con el Partido Popular, y a una diferencia considerable del PSOE.
Así, los peores presagios se cumplieron para Cataluña sí se Puede, la candidatura conjunta de Podemos, ICV, EUiA y Equo. Tan sólo lograron 11 escaños, cinco menos que el PSC y los mismo que el PP. Un fracaso también si se comparan con los 13 conseguidos en 2012 por ICV y EUiA sin la ayuda de Podemos.
Tras conocer estas noticias, el secretario general del partido morado, Pablo Iglesias, valoró estos resultados desde Madrid. En la sala de prensa de la calle Princesa, acompañado por gran parte de su ejecutiva, afirmó: "Lo digo claramente, el resultado es altamente decepcionante".
"Hemos apostado por escuchar, por el sentido común y la responsabilidad de Estado y no ha funcionado electoralmente. En esta campaña ha funcionado lo contrario", continuó, a lo que añadió que "no entiendo las risas y las celebraciones de algunos a la vista de un resultado que deja Cataluña y España en una situación muy difícil, en un callejón sin salida". "España no necesita un presidente del Gobierno que amenace a los catalanes con enviar al Ejercito. España necesita un presidente que sepa escuchar a Cataluña y yo quiero ser ese presidente", enfatizó.
Y repitió que no quiere que Cataluña se vaya de España, pero que "esa decisión deben tomarla los catalanes". "Creo que solamente si nosotros gobernamos en España se podrá construir un proyecto país llamado España en el que quepa una nación que se llama Cataluña", añadió el líder de Podemos.
Su campaña más difícil
El fracaso de Podemos en estas elecciones es más significativo si se compara con los resultados que esperaban hace tan sólo quince días en el partido morado. El pasado 11 de septiembre, día en el que comenzó la campaña, Cataluña sí se Puede se encontraba en una lucha mano a mano con Ciudadanos por la medalla de plata. Los últimos días de campaña, tras varios fallos estratégicos de Podemos, esto cambió, y se inició una batalla por el tercer puesto con el PSC. Lo que no se imaginaron, en ningún momento, Iglesias y los suyos era que en la noche electoral iban a estar luchando por la cuarta posición con el Partido Popular.
Podemos se ha topado en Cataluña con su campaña más difícil. Un candidato desconocido con poca fuerza mediática, como Lluís Rabell; una marca electoral nueva y algún que otro fallo en el discurso en las últimas dos semanas, son algunas de las razones de este fracaso.
Pero, si hay algo que no ha calado en esta comunidad, ha sido su mensaje. Podemos no ha querido entrar en una campaña polarizada, ha pronunciado un discurso indefinido en una Cataluña que pedía a los partidos que se situasen en el sí o el no a la independencia. Ese mensaje que Iglesias traía desde Madrid de "los de arriba y abajo", no ha servido en este "ecosistema político tan complejo", reconocían desde la candidatura, incluso horas antes de conocer estos resultados.