Aunque no supone ninguna sorpresa, el Ayuntamiento de Manuela Carmena ha dejado hoy muy claro no sólo que está del lado de la extrema izquierda, sino que considera mejor esta ideología que la de extrema derecha.
Desde hace 78 dias permanecían acampados junto al Palacio de Cibeles un grupo de radicales de izquierdas bajo el pretexto de protestar contra la que denominan "Ley Mordaza" del gobierno de Mariano Rajoy. Hace sólo cuatro dias se instaló cerca de ellos otro grupo de ideología neonazi procedente del desalojo del antiguo edificio del Forum Filatélico que ocupaban desde hace tiempo. Estos utilizaban como excusa para acampar en la vía pública el exigir a las administraciones que siguieran "ayudando a españoles" que, según dicen, ellos venían atendiendo en el inmueble citado anteriormente.
A la vista de que el Ayuntamiento no hacía nada para acabar con la ocupación ilegal del espacio público por parte de estos dos grupos, la Delegación del Gobierno se vio obligada a actuar. La Delegada, Concepción Dancausa, dirigió una carta a la alcaldesa en la que le recordaba su obligación de terminar con sendas acampadas.
Esta madrugada, por fin, el Consistorio ha decidido desalojarlos pero no sin mostrar su descontento por haber tenido que echar de allí a sus amigos de extrema izquierda. De hecho, el concejal de Seguridad, Javier Barbero, les ha defendido frente a los de extrema derecha asegurando que no se puede meter a todos en el mismo saco, ni por su ideología, ni por su forma de actuar e incluso ha dejado la puerta abierta a que vuelva a ocupar la calle.
Una nueva muestra del sectarismo político del partido que gobierna Madrid que clasifica a los radicales en buenos y malos dependiendo de que sean de izquierdas o de derechas.