
El negocio del separatismo reporta millones de euros a las organizaciones "cívicas", a medios de comunicación como el digital "Vilaweb", a los "emprendedores" de los carnés de catalán y las zapatillas con estelada, y por supuesto, a la Generalidad, que presta medios, apoyo logístico, infraestructura y canales de distribución como la librería del "Museu d'Història de Catalunya" para la venta del abundante "merchandising" catalanista. En su escaparate lucen impecables las camisetas de la Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) para la inminente "Diada", una jornada de ardor uniformado y en la que tienden a difuminarse por completo las fronteras entre los recursos públicas y las manifestaciones partidistas.
Sin embargo, la Generalidad, como tal, no vendía camisetas. Hasta ahora, que lo hace en la librería de su "Museu", una instalación más conocida por su restaurante y la calidad de las vistas de su azotea que por la actividad museográfica. La gestión de la librería corresponde a "Bestiari", un colectivo que agrupa a una veintena de librerías de Cataluña y Andorra dedicadas a la difusión de libros de editoriales locales. En el "Museu", en cambio, la venta de libros al amparo de la Generalidad se combina con la de camisetas y "souvenirs" políticos.
La ANC aprovecha cualquier resquicio para hacer caja. Así, el punto de información privilegiado del que dispone en plaza de Cataluña, en el centro de Barcelona, es más bien un tenderete dedicado a la venta de camisetas (sin licencia) que a repartir propaganda gratuita. Según los partidos de la oposición, se trataría más bien de un puesto de top manta legalizado de facto que de una mesa informativa.