El 26 de agosto de 1990 la pequeña localidad extremeña de Puerto Hurraco dio la vuelta al mundo después de que los hermanos Izquierdo mataran a nueve vecinos, entre ellos dos niñas, por unas rencillas familiares que se remontaban tres generaciones.
Veinticinco años después el pueblo aún no ha podido escapar de aquella tragedia y Puerto Hurraco sigue siendo identificado con este horrible crimen. Uno de los personajes que tuvo gran importancia durante el caso era un joven Guillermo Fernández Vara, médico forense que tuvo que participar en la investigación.
Un cuarto de siglo después el ahora presidente de la Junta de Extremadura ha relatado en Es la Tarde de Dieter de esRadio su experiencia del crimen más famoso de la región. El socialista recuerda que entonces tenía 30 años y que fue "el encargado de hacer los informes psiquiátricos de los cuatro hermanos y de asesorar al tribunal" para dictaminar si debían ir a prisión o a un hospital psiquiátrico".
Sobre los hermanos Izquierdo, Vara indicó que "no considero que los hermanos fueran de pocas luces. Eran de aspecto primitivo pero manejaban una explotación agrícola considerable y tenían filosofía de vida evidente". Además recordó que "pasé muchas horas con ellos y eran conscientes de las consecuencias de los actos".
El presidente extremeño cree que "será complicado" que se deje de asociar el nombre de Puerto Hurraco a los crímenes porque "vivimos en una sociedad que tiende a identificar estos hechos durante mucho tiempo".
De hecho, aseguró que en Extremadura "lo hemos olvidado porque nos hizo mucho daño pues aquello no tenía nada que ver con lo que era la Extremadura real". Para más inri, el propio presidente de la Junta aseguró que "cuando me han llamado los medios durante estos días he tenido que hacer un esfuerzo porque lo borré de la mente tras años trabajando duramente en el caso".