El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ha reconocido este miércoles que se reunió con los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado después de que se hiciera pública la controvertida entrevista que mantuvieron en la sede del Ministerio del Interior el titular de esta cartera, Jorge Fernández Díaz, y el que fuera exvicepresidente del Gobierno y exdirector del FMI, Rodrigo Rato.
A su salida de la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, donde compareció para explicar el presupuesto que tendrá para el año 2016 el Instituto Armado, ha asegurado que ese encuentro, por el que el ministro tuvo que comparecer la pasada semana por espacio superior a las cuatro horas y media en la Cámara Baja, no ha supuesto ningún tipo de interferencia para los agentes de esta unidad que están investigando el caso.
"La UCO no ha dicho que el encuentro haya podido crear una intoxicación en la investigación. Otra cosa es que lo diga una asociación profesional de la Guardia Civil después de tener una reunión con miembros de la UCO, que no sé si existió, porque no me consta. Puedo decirle que he estado reunido con el personal de la UCO, sobre todo con quien lleva Policía Judicial, y no me ha trasmitido ningún tipo de temor ni de preocupación porque no admiten ningún tipo de injerencia. Por lo tanto, la UCO sigue trabajando a las órdenes del Poder Judicial, en este caso, del juzgado correspondiente, sin la más mínima interferencia. La tranquilidad que tiene que tener todo el mundo es absoluta", ha dicho Fernández de Mesa.
El máximo responsable de la Guardia Civil despejaba así dudas sobre la posible influencia o no del encuentro Rato-Fernández Díaz en las investigaciones policiales y aprovechaba para restar credibilidad a la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), quien había sembrado dudas esta semana, y con quien la Dirección General no mantiene una buena sintonía.