La diputada del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, concede una entrevista a Emilia Landaluce, en El Mundo, en la que afirma que "ninguno de los grandes problemas de España (paro, corrupción…) se resuelven con la reforma constitucional. El problema es la política low cost del populismo frente a la ausencia de política o la falta de respuesta política de los grandes partidos. Desde luego del mío".
La portavoz de la plataforma Libres e Iguales manifiesta que lo que "hace falta (es) una política de calidad frente a la política de zafiedad y vulgaridad. Eso no significa tener idiomas ni carreras, pero sí exige cosas que parecen importantes como tratar a los ciudadanos como adultos y por lo tanto ser adulto. Eso significa tener un cierto conocimiento y apelar a la razón y no a los sentimientos". Así responde la diputada popular al serle planteada la posibilidad de que por su currículum estaría capacitada para ser ministra. Y a vueltas con los idiomas (ella habla tres) explica: "No sé cómo habla inglés Pablo Iglesias pero Artur Mas habla inglés y francés relativamente bien y, sin embargo, las cosas que dice son una afrenta a la inteligencia".
Álvarez de Toledo es marquesa. ¿Le perjudica esto? "Una respuesta sumamente vulgar -contesta- ¿Por qué las meonas (por la portavoz de Ada Colau) tienen que tener más legitimidad que las marquesas? No la tienen. (…) El origen jamás tiene que determinar los méritos los desméritos de las personas. Ni el asento (el suyo es argentino). Ni el aspecto físico. La ética de la democracia consiste en juzgar a las personas por sus talentos".
Entre las preguntas se cuela una sobre Isabel Preysler, a cuento de su relación con Mario Vargas Llosa, uno de los firmantes del manifiesto de Libres e Iguales. "Estaré encanta de que se adhiera. Vargas Llosa es un referente político, intelectual y moral y es un hombre valiente que quiere ser feliz. Es un hombre libre. Habría que hacer un premio Nobel de la libertad dárselo todos los años".