La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía -TSJA- afirma que Mercedes Alaya no está en condiciones de "colaborar" con la nueva titular del juzgado y pide a la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial -CGPJ- que tenga en cuenta estos extremos. Esto es, se consuma una operación intuida desde hace tiempo para apartar definitivamente a la juez Alaya de todo lo que ha instruido hasta ahora aprovechando su ascenso a la Audiencia Provincial de Sevilla.
Para conseguir la defenestración definitiva de la juez Alaya, además de su pase a la Audiencia, se ha blandido el informe elevado por la propia juez al Consejo donde examinaba la idoneidad de su sucesora al frente del juzgado para hacerse cargo de las macrocausas, sobre todo los ERE y el escándalo del fraude de la formación.
Lo que Alaya piensa de Bolaños
El Grupo Joly ha tenido acceso al escrito de la juez Alaya que dice, entre otras cosas, las siguientes:
"La nueva titular me genera una gran inquietud, pues al margen de sus escasos conocimientos de la jurisdicción penal por su veteranía como juez de familia, dicha ausencia de confianza deriva de datos objetivos de su actuación".
"Me inquieta que la señora Núñez Bolaños mantiene una estrecha amistad con el consejero de Justicia Emilio de Llera, notorio detractor del trabajo de esta instructora".
"Las máximas de seriedad y rigor necesario no se dan en María Ángeles Núñez frente a la experiencia y los resultados que humildemente, pero también de manera innegable, avalan mi trayectoria".
"Considero un error, si lo que se pretende es la agilidad, eficacia y la aplicación de protocolos de experiencia, la atribución a la nueva titular de las macrocausas de los avales y de los cursos de formación, sobre todo en esta última, en la que existe un estudio tan avanzado de la misma".
"Mi gran preocupación ha dejado de ser la ralentización de las causas -que sin duda se produciría-, sino la ausencia de confianza que su actuación me genera por su actuación en los ERE y Cursos de Formación".
"La división de los Cursos respecto de la investigación de la Delegación provincial de Empleo y el servicio central, pulverizaría de un plumazo lo que puede ser una prevaricación-malversación para convertirlo en irregularidades administrativas".
"En los ERE pretende aprovechar estos días de estancia en mi actual plaza de la Audiencia para dividir la causa en piezas… y con esta resolución evitaría mi entrada en la comisión de servicio relativa a esta causa".
"Es imposible que la titular pueda informar de causas que no conoce, e ineficaz y perturbador que pueda proponer refuerzos o medidas sobre dichas causas a su simple parecer".
Lo expuesto no lo piensa sólo la juez Alaya sino que es comentario continuo en la judicatura andaluza y así lo ha podido comprobar Libertad Digital. Muy especialmente, pocos se explican por qué una juez de familia, sin experiencia penal, pero amiga del consejero de Justicia, solicita de súbito la titularidad del juzgado hasta entonces responsabilidad de Mercedes Alaya.
El TSJA pide el fin de la era Alaya
Por estas consideraciones, la Sala de Gobierno del TSJA considera que están "totalmente fuera de lugar las alegaciones efectuadas por la señora Alaya Rodríguez" en el apartado 5 del escrito remitido al CGPJ. Por ello, la sala presidida por Lorenzo del Río, aprovecha las consideraciones de la juez Alaya para subrayar que hay "una evidente falta de voluntad de cumplir el objetivo de colaboración con la titular, aspecto que debiera ser convenientemente valorado", comunica al CGPJ.
Para el TSJA, el derecho al juez ordinario predeterminado por la ley, al igual que la distribución de cometidos en una medida de refuerzo y apoyo judicial, "no puede depender de la opinión que la magistrada comisionada pueda tener sobre la competencia profesional, experiencia y formación de la nueva magistrada titular, que ha accedido al cargo tras la resolución de un concurso de plazas judiciales de carácter reglado, sin que resulte lícito, por tanto, cuestionarse su idoneidad e independencia".
Hasta ahora, la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial guarda silencio pero todo hace prever que la estrategia para eliminar a Alaya de la escena de los macrocasos de corrupción ha triunfado, en buena parte debido a la decisión de la propia juez de ascender a la Audiencia Nacional dejando vacante la titularidad de su juzgado, momento aprovechado hábilmente por quienes dominan la tela de araña judicial en Andalucía.