Durante años se le acusó de hacer una instrucción lenta, luego se le señaló por la elección de los tiempos, que el PSOE consideraba "electorales". Ahora, tras los autos del Tribunal Supremo, pocos parecían dispuestos a seguir con los ataques a la jueza más famosa de España, Mercedes Alaya, pero ahora se subraya que en su último escrito al Consejo General del Poder Judicial reclamando poder terminar la instrucción de las macrocausas que inició, ha descalificado gravemente a su sustituta, María Núñez Bolaños.
Lo ha contado el grupo Joly añadiendo que la juez Alaya ha sido la que ha dinamitado la posibilidad de convivencia con su sustituta sin aludir a los gestos de Bolaños que, desde el principio, comenzó con la paralización de los autos de su antecesora.
Según el grupo de diarios afín a la Junta, en el informe que remitió recientemente al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la juez Alaya entró en el terreno de los ataques personales. Y dice textualmente: "Con ese escrito, Alaya cruzó definitivamente la línea de no retorno y ha generado un cisma irreparable entre las dos magistradas que, según los órganos de gobierno de los de jueces (TSJA y CGPJ), están condenadas a entenderse, a 'colaborar' según la terminología acuñada por la Sala de Gobierno que preside Lorenzo del Río, porque Bolaños es la nueva titular del juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla y Alaya es la juez en comisión de servicio que debe ayudar para agilizar la instrucción de las macrocausas abiertas desde hace varios años."
Había rumores del informe "brutal" de Alaya contra su sucesora, pero se concretan en dos elementos incluidos en su escrito al CGPJ por la juez: "El informe de Alaya achaca en primer lugar a su sucesora una supuesta falta de preparación para investigar las macrocausas, dado que la nueva titular del juzgado procede de un juzgado de Familia, en el que ha pasado los últimos 11 años, y por tanto requiere una actualización de sus conocimientos en materia penal, sobre todo ante la complejidad y amplitud de algunos de estos sumarios, como el de los ERE...El segundo ataque, ya sin artillería, supone un auténtico cuerpo a cuerpo. La juez Alaya viene a cuestionar en su alegato la imparcialidad de Bolaños por la vinculación de ésta y de su marido, el médico forense y psiquiatra Julio Guija, con el consejero de Justicia e Interior de la Junta, Emilio de Llera. Alaya insinúa que la amistad del matrimonio con el fiscal en excedencia puede afectar a su labor profesional".
Que la nueva juez Bolaños y su marido son amigos del consejero de la Junta no lo ha negado nadie y se publicó en la prensa regional. ¿Cabe imaginarse qué habría hecho el PSOE y sus tentáculos en la Junta si se hubiera publicado que la juez Alaya era amiga de alguien relevante del PP?
La politización de la justicia española llega al punto que puede decir el grupo Joly que "dependiendo de la proximidad de la fuente a una orientación ideológica u otra, las opiniones sobre lo que va a suceder en la reunión de la Comisión Permanente del CGPJ del próximo jueves -en la que se debe aprobar el reparto del trabajo propuesto por el TSJA- son distintas. Hay quien sostiene, aún a estas alturas, que el Consejo podría aumentar los casos que quedan bajo la dirección de Alaya, a la que podría dejarse además de los ERE y Mercasevilla el caso de los cursos de formación, que es la auténtica perla de las macrocausas que puede dar importantes titulares en el curso de la instrucción. Del otro lado están los que consideran que el reparto realizado es el adecuado y que Núñez Bolaños debe asumir los cursos y los avales de la agencia Idea. Ésta es la opción a priori más lógica, como así lo han entendido los magistrados de la Sala de Gobierno del TSJA".
Otros medios como El Correo de Andalucía hacen referencia a las diferencias entre Alaya y su sustituta, Bolaños, a la que súbitamente la poseyó el deseo de pasar del juzgado de familia a un juzgado de lo penal, precisamente en el momento en que la juez Alaya decidió saltar a la Audiencia Provincial de Sevilla, creyendo que seguiría en comisión de servicio para ultimar las macrocausas, y cuando toda la judicatura sevillana creía que sería Álvaro Martín, otro juez de apoyo que ya estuvo con Alaya en el juzgado, quién sustituiría a la juez de los macrocasos.
Decir Mercedes Alaya y María Ángeles Núñez Bolaños es como decir noche y día, la luna y sol. Y esto es literal, así, tal y como suena, porque tienen hasta sus horarios cambiados. Las dos magistradas son tan diferentes que únicamente parece que les una el interés que ambas tienen por instruir los grandes casos del Juzgado de Instrucción número 6, que antes pilotaba Alaya y ahora conduce Núñez. Un interés tan desmesurado que les ha llevado a enfrentarse desde el primer momento. Una batalla abierta entre dos mujeres muy distintas que, sin embargo, están condenadas a entenderse por orden del propio Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Habrá que ver si acatan el dictamen o si entre ellas dan por perdida cierta guerra pero no la batalla.
Lo dice El Correo de este modo: "Núñez Bolaños sorprendió a todos solicitando dicha plaza, más aún cuando la plaza de la que provenía era un juzgado de Familia", pero añade que Alaya ha alegado "cuestiones personales contra Núñez y asegurando que ella no estaba preparada para la instrucción de estos casos tan complejos dado su procedencia de la jurisdicción de Familia".
Una de las diferencias que señala el diario andaluz es que la nueva titular ratificó un informe pericial en tres cuartos de hora, cuando Alaya había citado a los peritos de la Dirección General de Seguros para tres jornadas. Mientras Alaya preguntaba y repreguntaba, Núñez no aceptó ni las preguntas del fiscal al considerarlas impertinentes.