Un auditorio puesto dos veces en pie y una ovación que por momentos parecía interminable han puesto fin este 11 de julio en el Círculo de Bellas Artes de Madrid a la carrera política de Rosa Díez, cuyo epílogo escribirá en sus últimos meses como diputada en el Congreso. Sin embargo, tanto en declaraciones previas a los periodistas como en el propio discurso, la portavoz de UPyD desde la fundación del partido en 2007 ha negado que fuese a despedirse pues, a su juicio, la primera línea política es la que marca "el compromiso" antes que ocupar cargos, algo que la política vasca ha hecho en las tres últimas décadas, primero en el PSOE y luego en la formación magenta.
En media hora de discurso escrito "en contra de mi costumbre" Díez ha reiterado con emoción su agradecimiento a los afiliados del partido que fundó en 2007 y por el que fue elegida diputada en 2008. "Sois los protagonistas de la Historia y de mi historia [...] Tengo el orgullo de haber podido representaros [...] Me habéis hecho mejor [...] Sois lo único imprescindible de UPyD" son algunos destacados de un discurso plegado de gratitud y recuerdos, como los de la primera campaña, las generales de 2008: "Os acordáis de aquel primer pisito de solteros en la calle Orense, desde el que redactaba el programa hasta el que cogía el teléfono, todos erais voluntarios. Sabíamos que sólo teníamos opciones de entrar en Madrid, nadie más que yo podía ser diputado, pero todos los candidatos hicieron campaña con generosidad y altruismo, igual que vosotros, que repartíais folletos con unas caras que no eran las vuestras".
Rosa Díez, en su último discurso como portavoz magenta, mientras los afiliados en toda España votaban por su sucesor -finalmente Andrés Herzog- ha reivindicado el papel de UPyD como el de la formación que "ha impregnado el cambio político en España" y supo detectar primero la crisis institucional que vivía el país. Para Díez, quienes enarbolaron hace casi una década la bandera de la regeneración tienen un mérito similar al de las feministas "pues hasta los machistas tuvieron que darles la razón. Ahora hasta quienes no creen en la regeneración se ven obligados a defenderla". No ha sido la única alusión velada al resto de partidos, en un discurso donde la reivindicación de la autonomía e independencia de UPyD ha sido uno de los principales argumentos: "En la primera campaña tuvimos que hacer unos bonos para tener dinero, los bancos no nos lo daban y a otros les condonaban las deudas. Hemos fundado un partido sin padrinos, en un momento en que la política esta sponsorizada , como todo".
Entre los asuntos que Díez ha presumido de introducir en el debate público están la corrupción, la independencia de la Justicia, los aforamientos, la Ley electoral o la fusión de municipios. Aunque según Díez no se ha podio llegar todo lo lejos que se hubiese querido: "No nos conformábamos con cambiar el Gobierno, queríamos cambiar el régimen, pero ingenuamente pensamos que se podía hacer en una generación".
En el final de su discurso, Díez ha citado el 'Camino a Ítaca' de Kavafis y a José Hierro "no vine sólo para decirte, aunque también, que no volveré nunca, y que nunca podré olvidarte". Y como no podía ser de otra manera, al padre fundador de UPyD, Fernando Savater "alguien que en un momento muy complicado para su vida sigue pensando en la familia magenta, algo propio de los hombres grandes como él".
Aunque el ambiente parecía menos caldeado de lo previsto, la intervención del exportavoz en la Asamblea de Madrid Luis de Velasco, miembro de la candidatura de Irene Lozano, ha reflejado la tensión vivida en el año más convulso de historia de UPyD: "Hay gente esta mañana que ha rehuido saludarme y uno en concreto que literalmente ha evitado darme la mano. Yo hasta hace poco era un tío cojonudo y ahora soy un apestado".