A cuarenta y ocho horas del Congreso extraordinario de UPyD, que elegirá al sucesor de Rosa Díez, el exdiputado magenta Toni Cantó (Valencia, 1965) nos atiende por teléfono para explicar las razones que le han llevado a integrarse como número dos en la candidatura de "Renovadores UpyD" que encabeza Irene Lozano y que se enfrentará a las lideradas por Andrés Herzog, José Antonio Rueda y Julián Domínguez.
¿Por qué dicen que Rosa Díez se ha organizado una "fiesta de despedida" para este sábado?
No se ha sabido distinguir dos cosas necesarias. Yo estoy en este partido por Rosa y creo que su papel será reconocido en los libros de historia como el de una mujer que creó una corriente que puso sobre la mesa temas como la idea progresista de España, la reivindicación de la bandera, de la regeneración democrática o de la lucha contra la corrupción. Ahora bien, el día del congreso extraordinario no era el adecuado para ese merecido homenaje, se han mezclado churras con merinas.
También se han quejado de que los candidatos no puedan hablar ese mismo día antes de que los afiliados voten.
Es una forma un poco absurda de organizar el evento, lo lógico sería, sin temer a la democracia interna, dar la palabra a quienes se presentan por las cuatro candidaturas.
Antes de decidirse por la candidatura de "Renovadores" ¿tuvo contacto con otras?
No. Insisto mucho en que además de Irene hay otra personas muy valiosas, como Luis de Velasco, David Ortega o David Andina. Irene ha sabido gestionar un gran equipo, que es lo que necesita este partido.
De lo que sí he hablado con gente de otras candidaturas es de la necesidad de unirnos contra lo que creo que es la candidatura continuista y oficialista, la que encabeza la persona a la que Rosa ha señalado en reiteradas ocasiones como su delfín, con un dedazo muy parecido al de Rajoy. Hubiese sido necesaria esa unión.
El sábado se le aludió mucho en el debate de candidatos. Mucha gente criticaba que usted se hubiese retirado de la candidatura a las autonómicas valencianas, que había ganado por primarias. ¿Siente que ha fallado a parte de la militancia?
No, todo lo contrario. Mucha gente me felicita todos los días por la calle. Me dicen que me comporté de una manera muy honesta y muy poco habitual en este país al abandonar el cargo público. Me eché a un lado para que la persona que venía detrás, que sí coincidía con la política del Consejo de Dirección, pudiese defenderla. Yo no estaba de acuerdo en la gestión que se había hecho tras el fracaso en las elecciones europeas y, sobre todo, tras el fracaso en las andaluzas. Lo elegante era darles la oportunidad a los que sí defendían esa forma de actuar, para que pudieran dar un paso al frente.
Ha aludido a las elecciones europeas. Justo después, el pasado verano, estalló la crisis del partido tras la petición del que fue su número uno en aquellos comicios, Francisco Sosa Wagner, de estudiar una unión con Ciudadanos. Usted no se manifestó en contra de la postura oficial del partido, que era una negativa total incluso, en un primer momento, al diálogo con la formación naranja.
Yo me manifesté en contra donde entendí que debía hacerlo. Tuve varias reuniones con Rosa en las que le expresé mi discrepancia.
¿Se trató mal a Sosa Wagner?
Paco se sintió maltratado, y lo entiendo. Pero yo le digo a usted que he asistido a sesiones parlamentarias en las que me han dicho cosas mucho peores. Se lo dice alguien que ha recibido por todos lados, cuando alguien está en política tiene que acostumbrarse a esas cosas.
¿Ha hablado usted con Albert Rivera desde enero?
Hablo a menudo, me une cierta amistad y en el pasado estuve en su partido. De vez en cuando hablamos o nos mensajeamos para comentar resultados, lo que pasa en el país o lo que afecta a nuestros partidos.
¿Rosa Díez, o el Consejo de Dirección de UPyD, ha espiado a Irene Lozano?
Sí, absolutamente. El Consejo de Dirección ha hecho dos cosas muy mal: publicar correos privados y editarlos antes de publicarlos, porque lo que ha hecho es una tergiversación de esas comunicaciones. Me parece francamente repugnante. Mucho más en un partido que lleva como bandera la regeneración democrática.
¿Cuál será su primera medida si ganan el sábado?
Lo que hemos prometido: más unión, más progreso y más democracia.
¿Y llamar de nuevo a la puerta de Ciudadanos?
Eso lo tendrán que decidir los militantes, que es a lo que nos hemos comprometido. Se les consultará si se quiere llegar o no a un acuerdo. Pero eso no es lo esencial. Lo esencial es cambiar de una vez el funcionamiento de un partido que se ha estado llevando como una empresa familiar. Tenemos que hacer dentro lo que reivindicamos fuera: la meritocracia, que quien opte a un puesto sea competente, no solo alguien del círculo de confianza de la líder del partido. También tenemos que ser más humildes, no creyéndonos los únicos sabios e incorruptibles de la sociedad española y no hablando todo el tiempo de conspiraciones a nuestro alrededor. Con los pies más en el suelo.
Y si pierde Renovadores ¿Qué hará usted?
No contemplo esa posibilidad. Estoy convencido de que vamos a ganar y vamos a hacer que UPyD vuelva a ser un actor importante del panorama político, saliendo de la irrelevancia a la que le ha condenado el actual Consejo de Dirección.