Oficialmente se trata de transformar un estado autonómico en estado federal, en el supuesto de que el federalismo articulará menor la "unidad"de España preservando el futuro de "fracturas" e "independencias". Tratan de conseguir este objetivo Son 14 personas relacionas con los estudios constitucionales elegidas por Pedro Sánchez. Entre sus coordinadores hay dos andaluces, uno de ellos coordinador de los trabajos, Antonio Prada, y el otro, Amparo Rubiales, pero Susana Díaz ha advertido que no aceptará volver a posiciones anteriores al primer estatuto de autonomía, basado en el café para todos de Manuel Clavero y la UCD.
El País destaca una primera y sospechosa aportación. En el nuevo modelo de Estado, habrá "autogobierno y cogobierno" diferencia que no se sabe qué quiere decir ni a qué comunidades afectarán uno y otro término. Siguen considerados problemas los casos de Cataluña y el País Vasco pero Gregorio Cámara, el jefe del grupo constitucionalista de Pedro Sánchez, afirmó enigmáticamente que "el reconocimiento de la diferencia no es desigualdad ni es privilegio sino que el Estado federal debe ser la síntesis fecunda de la unidad y la diversidad".
La primera reacción ha sido la de Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, que dijo ayer a su secretario general que "no permitirá que el PSOE apruebe cualquier propuesta de reforma de la Constitución.
Según Díaz, resume Europa Press, no permitirá ningún planteamiento sobre la reforma de la Constitución que suponga "una vuelta atrás a antes del 28 de febrero [el día que se aprobó el Estatuto de Autonomía de Andalucía]" y, con ello, "a comunidades a dos velocidades", informa Europa Press. Es más, añadió que "Andalucía siempre va a velar por la igualdad de los ciudadanos en todos los territorios de España".
Cualquier debate sobre la Constitución debe tener, precisó, "dos garantías: la unidad de España como algo irrenunciable y la igualdad de todos los ciudadanos". Por ello, que "nadie pretenda que la reforma suponga una vuelta atrás del 28 febrero y a comunidades de dos velocidades" porque "Andalucía no lo va a permitir".
Según la dirección socialista, el PSOE "en ningún caso" aprobará una España con comunidades autónomas "de dos velocidades", ni hará una propuesta "que no garantice la igualdad". Las posturas enfrentadas entre los federalistas "nacionalistas" y quienes no quieren dar más poder a las CCAA augura un conflicto interno de calado.
Aunque Sánchez presenta su iniciativa de reforma constitucional entre "el inmovilismo" del PP y "la ruptura" propugnada por Podemos y dice querer "recuperar los consensos rotos", el "consenso territorial", el "consenso social" y "el consenso entre los ciudadanos y sus instituciones", no pocos creen que puede acabar, de hecho, con el consenso dentro de su propio partido.
ABC recoge que los problemas de Sánchez vendrán del PSC, que, aunque ha renunciado al "derecho a decidir" en su programa, aspira a una reforma Constitucional para reconocer la "nación" catalana. Tampoco saldrá ileso de la reacción de otra parte del PSOE Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha o Asturias.