El de este jueves no es el primer caso. Ayer, en una decisión insólita, el Grupo Municipal Popular que lidera Esperanza Aguirre, se adhirió a un acuerdo por el que todos los partidos en el Ayuntamiento se comprometían a que sus concejales dimitieran en caso de que, con sus declaraciones públicas, injurien a las víctimas del Holocausto o de ETA, amenacen a adversarios políticos o, en general, inciten al odio o a la violencia. Un acuerdo que, por pura lógica, el PP debería haber suscrito exigiendo la previa dimisión de los concejales Guillermo Zapata y Pablo Soto, uno por ofender a las victimas del holocausto y de ETA, y el otro por haber propuesto la ejecución de Alberto Ruiz Gallardón. Pero ambos siguen en sus puestos.
El otro capítulo que evidencia no sabemos si el pasotismo, la desgana o, en definitiva, la falta de profesionalidad del PP en el Ayuntamiento de Madrid, la hemos tenido este jueves. Manuela Carmena, la alcaldesa, ha ofrecido un desayuno informativo en el que, entre otros muchos asuntos, ha hablado de la malnutrición de los niños de la capital. No saben todavía cuántos niños tienen problemas reales de nutrición en la capital y se mueven por una estimación que habla de 2.700 niños a los que asegura que van a dar 100.000 comidas durante los 3 meses del verano, pero las cuentas no salen. Si a esos 2.700 niños hay que dar dos comidas diarias estamos hablando de 5.400 raciones que multiplicadas por 90 días (tres meses) nos da un total de 486.000 raciones, luego entonces no sabemos de dónde se saca Carmena que va a atender a esos niños con esas 100.000 raciones que anuncia.
Para rebatir la demagogia que está haciendo sobre este asunto la regidora madrileña nos hemos puesto en contacto con miembros del anterior equipo de gobierno de Ana Botella que, a la postre, fue la que puso en marcha el servicio de comidas a domicilio para niños que hora está copiando Carmena. Ellos estarían encantados de contarnos, entre otras cosas, cuántas comidas estaban sirviendo, cuántos son los niños que realmente necesitan ese servicio y en qué rigurosos informes se basaban para determinar el número de raciones que servían. Pero desde el PP municipal no les dejan. Argumentan que ya no son voces autorizadas -y ya me contarán ustedes quien está más autorizado que los que pusieron en marcha ese servicio- y que si queremos conocer esos datos debemos preguntar a la concejala que se encarga actualmente de los Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Madrid, la señora Beatriz Elorriaga. Lo hemos intentado, pero ha sido imposible. Nadie del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Madrid quiere atendernos. Quizás porque no saben ni se han molestado en saber cuáles son las cifras reales, como nos han reconocido los miembros del anterior Ayuntamiento de Ana Botella citados anteriormente a los que nadie les ha solicitado la información.