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Marhuenda cae como un pardillo: Sánchez "encarna la centralidad"

Tras pactar con todo siniestro que se le pusiera por delante, ahora viene Pedro Sánchez a presentarse como la encarnación de la moderación.

"Una bandera de España para conjurar el miedo", dice Lucía Méndez en El Mundo. "Pedro Sánchez escenifica una imagen de moderación como respuesta a Rajoy" para "acallar las acusaciones de radicalismo y frentepopulismo que a la dirección del PP no se le cae de la boca después de los pactos del PSOE con Podemos". En fin, Lucía Méndez era fácil de convencer. El editorial no lo tiene tan claro. "Esta reivindicación de la enseña nacional es un hecho insólito en el PSOE", que más bien suele tener arcadas cuando ve la bandera. "Sánchez y su equipo buscan recuperar la imagen de partido nacional, moderado y orgulloso de los valores constitucionales". Más cara que espalda. El discurso y sus formas "están orientados a mostrarse como un dirigente alejado del populismo". Pero amigo, los hechos "representan una clara contradicción" con lo que ha hecho, tras decir por activa y por pasiva que no pactaría con Podemos. "Con todo, sería una magnífica noticia que el PSOE empezara a abrazar sin complejos los símbolos y la moderación frente a la radicalidad de los partidos con los que se disputa el espectro político". Sí, sería precioso, pero con las trolas que ha largado Sánchez cualquiera le cree.

El País, por supuesto, se lo ha tragado a pies juntillas. "Pedro Sánchez apuesta por buscar el poder desde el centro y la moderación". Pedro Sánchez busca el poder como sea, con quien sea y a costa de lo que sea, con centro, con izquierda, con moderación o con radicalidad y con lo que se le ponga por delante. "El líder del PSOE marca distancias con Podemos. Recurre a la bandera de España como símbolo de la unidad por encima de las ideologías". ¿Distancias con Podemos? Pero si ha pactado con ellos en todos los lados hace una semana. ¿Por encima de ideologías? Pero si le ha quitado al PP ayuntamientos que había ganado por ser la derecha. Lo que hay que oír. O leer. A Joaquín Prieto se la ha colado total, pero era otro chico fácil. "El objetivo evidente era neutralizar las acusaciones de radicalismo" y no se les dio mal. "No es posible reconocer en este dirigente, sobriamente trajeado y de tono moderado, al peligrosísimo izquierdista denunciado por Rajoy y sus correligionarios". No, si la impostura se le da como hongos. Y si no que les pregunten a los del Ibex, les engañó como a chinos. "El escenario es endiablado: comprometerse mucho en una línea política puede dificultar las alianzas futuras, y sin estas, es muy posible que nadie logre aunar las mayorías suficientes para gobernar". Hombre, pierde cuidado. Pedro Sánchez ha demostrado que no tiene ningún escrúpulo en comprometerse a lo que sea y luego pasarse el compromiso por el forro de la chaqueta. Por ese lado yo no perdería el sueño.

A ABC no ha logrado llevárselo al huerto y dice claramente que por sus actos les conoceréis. "Sánchez se envuelve en la bandera para maquillar su deriva radical". "Pese al efectista despliegue de la bandera española en el acto de ayer y las propuestas moderadas de Sánchez, los hechos demuestran que el proyecto de los socialistas para España es liderar un frente de extrema izquierda. Sánchez ha quemado el cartucho de su centrismo transversal", dice el editorial. A vender motos a otro lado, chaval, que aquí no se chupan el dedo. Lo de la banderita ha sido "un bálsamo para sedar a quienes se irritan con su deriva izquierdista", insiste Bieito Rubido. "Sánchez se pone serio y formal", pero aunque la mona se vista de seda...

La sedación parece haber dado resultado con La Razón. "El candidato Sánchez se envuelve en la bandera". A Marhuenda se le cae la baba. "Pedro Sánchez posee las cualidades personales y políticas para encarnar esa vuelta a la centralidad que los intereses de España, y los propios del partido, reclaman. Una centralidad que es la mejor baza para frenar la expansión de unos movimientos radicales populistas". ¡Pero Marhuenda, por Dios, que ha sido Sánchez el que ha ayudado a la expansión de esos movimientos! Eres más pardillo... El "desafío" de Sánchez es "recuperar a unos votantes nada cómodos con los radicalismos". Si es que Marhuenda ve una bandera y se le derrite el cerebro.

Toni Bolaño, gran admirador de Sánchez contradice a su propio periódico, que dice que al PSOE "comienzan a pasarle factura en los sondeos de intención de voto sus acuerdos poselectorales". "Sánchez llegó a su proclamación con las encuestas a favor. Los ciudadanos, de forma mayoritaria, apoyan su política de pactos". No estaría de más que se leyeran unos a otros en este periódico. Más que nada porque los sondeos son datos, no opinión. Fran Carrillo representa la cordura en el periódico de Planeta y le dice a Sánchez que un cuerno. "El mismo líder que deseaba encabezar hoy portadas nacionales bajo la enseña constitucional ha permitido" lo ocurrido en Valencia, Pamplona o Vitoria. Y ahora viene "usando y abusando de la palabra España y españoles" y de "verborrea patriótica". A otro perro con ese hueso.

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