La dirección de UPyD ha planteado un procedimiento de despido colectivo que afecta al 75 por ciento de la plantilla acogiéndose a la reforma laboral del PP, que votó en contra, y ha decidido también el cierre de su sede nacional en la calle Cedaceros, según han confirmado fuentes de la formación.
El expediente afecta al total de la plantilla puesto que a los que no sean despedidos se les aplicará una reducción salarial del veinte por ciento.
A los despedidos se les aplicará la reforma laboral de 2012, contra la que UPyD presentó una enmienda de totalidad.
La formación de Rosa Díez también ha tomado la decisión de cerrar todas sus sedes, un total de 50, incluido la que tiene en la calle Cedaceros, al lado del Congreso, y sólo mantendrá la que utilizaba la coordinadora madrileña en la calle O'Donell para abaratar costes.
El expediente de regulación de empleo fue puesto en marcha el pasado 28 de mayo tras el fracaso electoral de UPyD en las elecciones municipales y autonómicas, que han dejado prácticamente al partido sin presencia institucional en todo el país y ha ahondado más en la grave crisis interna que ha supuesto el abandono de militantes y dirigentes destacados.