Los resultados electorales de los pasados comicios andaluces del 22 de marzo arrojaron unas cifras oficiales que en este momento no se corresponden con la realidad, sobre todo en las provincias de Sevilla y Jaén. Si en Sevilla Vox logró que se efectuara el escrutinio según las actas de las mesas y se observó una diferencia de más de 4.000 votos, ahora la Junta Electoral de Andalucía, en corrección oficial conocida el 5 de junio, hace seis días, reconoce oficialmente una diferencia de 20.000 votos en la provincia de Jaén, sobre los que no se ha practicado ninguna averiguación de su origen y destino ni se ha aplicado la Ley D'Hondt sobre los nuevos resultados para comprobar si se producía alguna modificación de los resultados oficiales. También aparece una nueva diferencia de más de 3.000 votos en la provincia de Sevilla.
Por lo tanto, el pleno que se celebra esta tarde para la investidura de Susana Díaz lo será con la incógnita de saber exactamente qué repercusión han tenido los nuevos resultados hechos públicos por la Junta Electoral de Andalucía en Jaén y Sevilla. En Jaén, provincia pequeña en la que una diferencia de 20.000 justos, exactitud que ya es notable, la modificación podría ser significativa y afectar a la distribución de los escaños.
Es más que llamativo que esta nueva asignación de votos decretada por la Junta Electoral de Andalucía se haya producido mediante un acuerdo del pasado 2 de junio (publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía(BOJA) el pasado 5 de junio), es decir, dos meses después de celebrado el escrutinio general que elevó a definitivos los datos provisionales de aquellas elecciones y que permitió el reparto y asignación de escaños mediante la aplicación de la Ley D'Hondt.
Cabe señalar además que en la orden de la Junta Electoral se hace constar que se trata de una "corrección de errores de los escrutinios generales" debido a "errores aritméticos" de Jaén y Sevilla, pero sólo las respectivas Juntas Electorales Provinciales tienen atribuida competencias sobre correcciones sin que desde entonces hasta ahora se haya tenido conocimiento de la necesidad de efectuar corrección alguna ordenada por dichos órganos competentes.
Las correcciones que sorpresivamente se han publicado ahora por disposición de la Junta Electoral de Andalucía no aclaran en ningún caso a qué candidaturas de las presentadas afectan los votos de menos emitidos, lo que hace imposible reevaluar a quiénes afectaría este nuevo cómputo de votos en el reparto de escaños, pero tratándose de una circunscripción como la de Jaén, resulta fácil suponer que fuese cual fuese la nueva asignación, cantidad de votos tan abultada afectaría sin duda a los escaños asignados.
Téngase en cuenta que en Jaén correspondieron 6 al PSOE, 4 al PP y 1 para Podemos. La citada corrección de errores se limita a señalar que la cifra de votos emitidos en Jaén es de 20.000 menos de los que hasta ahora se tenían por definitivos mediante publicación en el Boja de 15 y 23 de abril de este año, pero no señala a quiénes afectan ni en qué proporción la nueva cifra, todo lo cual imposibilita saber qué escaños podrían cambiar de manos por dicha circunscripción.
Parecida situación se produce ahora con Sevilla, donde a los 116 errores registrados durante la repetición del escrutinio general que ordenó la Junta Electoral Central, entre ellos uno que se descubrió con 4.650 votos de más, hay que añadir ahora la resta de otros casi 3.000 votos menos, sin que se conozca a qué obedece este baile de cifras, algo que no se hace constar en el BOJA.
Se dice que son errores del escrutinio, algo que carece de respaldo formal en las actas de aquella sesión de escrutinio general y que, por tanto, sólo puede deberse a errores detectados a posteriori por alguien, tal vez por la empresa contratada por la Administración encargada de organizar las elecciones, es decir el Gobierno andaluz, algo que carecería de de toda validez una vez que fueron elevados a definitivos los datos provisionales en las fechas ya citadas de 15 y 23 de abril.
Aunque la ley electoral obliga a ello, nadie ha confirmado si realmente se ha efectuado el escrutinio de todas y cada una de las actas de las 9.873 mesas electorales que se constituyeron en Andalucía el 22 de marzo de 2015.
Los datos han sido puestos en conocimiento de Libertad Digital por el periodista José María Arenzana que lleva años dedicado a la investigación de las anomalías que se han producido en diferentes procesos electorales. Su éxito más sonado fue demostrar que no se hacía el escrutinio de actas a que la ley obliga por lo que los resultados no eran seguros. Consecuencia de su investigación, el único partido que le hizo caso, Vox, recurrió el incumplimiento de la ley electoral que obliga al examen de las actas para realizar el escrutinio real. Como evidencia primera, ya se descubrió un error de más de 4.600 votos en la provincia de Sevilla en estas mismas elecciones.
20.000 votos desaparecidos
Es la propia Junta Electoral de Andalucía la que ha dado conocer el pasado 5 de junio en el Boletín Oficial de la Junta la diferencia de 20.000 votos en la provincia de Jaén, una cifra altamente significativa, dada la escasa magnitud del censo provincial de votantes.Los resultados oficiales de las elecciones del 22 de marzo y la distribución de los escaños fueron los siguientes:
Hace menos de una semana, el Boletín Oficial de la Junta publicaba esta corrección de errores con los siguientes resultados:
Como puede apreciarse fácilmente, en Jaén el número de votantes ha disminuido en 20.000 exactamente; el número de votos válidos se sitúa en 359.444, 20.000 menos que en los resultados oficiales publicados en el mismo Boletín, y los votos a candidaturas ha mermado en 20.000 votos justos. Pero no se conoce cuál fue el destino de los votos que se computaron que deberían reducirse adecuadamente de cada uno de los partidos políticos a los que fueron asignados (no afecta a votos nulos, ni votos en blanco ni a abstenciones) y proceder a una nueva asignación de escaños.
El precedente de Sevilla
Un nuevo escrutinio general fue ordenado por la Junta Electoral Central a instancias de un recurso presentado VOX y tuvo como resultado un cambio de los resultados electorales en la provincia de Sevilla que afectó a catorce de los quince partidos políticos que se presentaron a las elecciones al Parlamento de Andalucía del pasado 22 de marzo, si bien no alteró el reparto de los escaños en la provincia.
En una nota VOX, que seguía la investigación del ya mencionado José María Arenzana, precisó que los resultados definitivos resultantes del escrutinio general supusieron que el PP obtenía 773 votos menos de los anunciados y el PSOE, 477 votos menos a pesar de que fueron dados por válidos por la Junta Electoral Provincial de Sevilla el pasado 25 de marzo. VOX, "el único partido político que exigió el cumplimiento de la legislación vigente", fue la formación que "más votos obtuvo con el escrutinio general, con 348 votos más.
Los resultados de nuevo escrutinio ofrecía como datos relevantes "un descenso notable" del número de votantes con respecto a los contabilizados tres días después de las elecciones, en concreto 4.656 votantes menos.
En total se observaron 116 errores, 115 de ellos explicables por diferentes causas, pero uno de ellos, el que sumaba los 116, era inexplicable. En el recuento se habían incluido 4.656 votantes de más.