Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización que empleaba ritos de yuyu vudú para explotar sexualmente a mujeres inmigrantes irregulares, de origen nigeriano en su amplia mayoría, que eran obligadas a prostituirse en Lanzarote y Palma de Mallorca. En la operación han sido liberadas cuatro víctimas y se ha detenido a seis miembros de esta red de trata de seres humanos.
Las mujeres eran captadas en su país de origen mediante faltas promesas de trabajo y ritos tribales para finalmente ser prostituidas. El ritual se completaba con el sacrificio de algún animal frente a los ídolos del templo y tomaban uñas o pelo púbico de las víctimas que serían custodiados por los tratantes como garantía para que cumpliesen con todo lo que les exigían, bajo amenaza de muerte para ellas y sus familias.
Las mujeres, engañadas con falsas ofertas de trabajo en España, se comprometían bajo juramento a asumir una deuda de hasta 50.000 euros, aceptando plena subordinación y obediencia a la madame y sus tratantes. Eran obligadas a cruzar Níger y Argelia desde su país de origen por medios terrestres hasta llegar a las costas de Marruecos, desde donde embarcaban en patera hacia Lanzarote.
Con el objetivo de obtener la máxima rentabilidad, los detenidos buscaban víctimas incluso menores de edad para ser explotadas en Lanzarote o trasladadas a otras partes de nuestro país, como la isla de Palma de Mallorca.
La investigación, dirigida y coordinada por la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Lanzarote, comenzó el pasado mes de febrero cuando los agentes identificaron a una mujer de origen subsahariano como posible víctima de trata de seres humanos y que, una vez atendida, confirmó las sospechas de los investigadores. De esta forma, las primeras pesquisas pudieron acreditar la existencia de una organización de ciudadanos nigerianos asentada en Lanzarote y dedicada a la explotación sexual de sus compatriotas.
Níger, Argelia y Marruecos
Cada uno de los detenidos tenía asignada una tarea concreta dentro del grupo. Las mujeres seleccionadas eran acompañadas por un controlador durante el traslado terrestre para cruzar Níger y Argelia hacia las costas marroquíes y su posterior embarque en pateras con rumbo a Lanzarote. Una vez en nuestro país, eran recibidas por los responsables de los inmuebles para una primera acogida y su posterior explotación sexual bajo un estricto control.
Los captadores de la organización eran los encargados de seleccionar a cada mujer por su precaria situación económica y familiar, de tal forma que -utilizando el engaño- accediesen con más facilidad a aceptar ofertas para trabajar en Europa que previamente habían anunciado los miembros de la organización.
Yuyu vudú para someterlas
Las mujeres sometidas a un ritual tradicional de yuyu vudú en el que se comprometían bajo juramente a asumir la deuda impuesta por los proxenetas y que en algunos casos podía alcanzar los 50.000 euros. Además, mediante este rito aceptaban su plena subordinación y obediencia a la que sería la madame y sus colaboradores hasta la completa amortización de la deuda impuesta.
El ritual de yuyu vudú se completaba con el sacrificio de algún animal frente a los ídolos del templo y los tratantes tomaban uñas o pelo púbico de las víctimas que serían custodiados por ellos como garantía para que cumpliesen con todo lo que les exigían, bajo amenaza de muerte para ellas y sus familias.
Para obtener la máxima rentabilidad, los detenidos buscaban víctimas incluso menores de edad para ser explotadas en Lanzarote o bien trasladarlas con documentación falsa a otras partes de nuestro país, como Palma de Mallorca, donde continuar con su explotación en el ejercicio de la prostitución.
Seis detenidos y tres registros domiciliarios
Finalmente, el operativo policial se ha saldado con la detención de todos los miembros del entramado identificados en territorio nacional, a los que se les imputan los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, pertenencia a organización criminal, prostitución coactiva o proxenetismo y delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Se han realizado tres registros domiciliarios: dos en la ciudad de Arrecife (Lanzarote) y otro en la ciudad de Palma de Mallorca, donde los agentes se han incautado de numerosa documentación relacionada con la explotación sexual de las víctimas y efectos destinados a las ceremonias de yuyu vudú.
La operación, -coordinada y dirigida por la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Lanzarote-, ha sido realizada por agentes de las UCRIF Central, de Las Palmas y de Palma de Mallorca, así como por los miembros respectivos de las Brigadas de Seguridad Ciudadana.