A pocas horas de que se constituya este martes la Asamblea de Madrid, la líder del PP Cristina Cifuentes y el de Ciudadanos, Ignacio Aguado, han mantenido su segundo encuentro, en el que se ha abordado ya lo que podría concretarse en un pacto de legislatura. De momento, el partido naranja, el minoritario de la cámara, ha logrado la vicepresidencia de la misma, una concesión del PP que demuestra el entendimiento que se empieza a producir entre ambos. El PP tendrá la presidencia y otros dos miembros en la mesa, el PSOE dos y Podemos uno. Aguado se ha felicitado del acuerdo, asegurando en un comunicado remitido a los medios que su partido se convierte así en "el árbitro de la Asamblea". Mañana se dará a conocer quién de los diecisiete diputados ostentará la vicepresidencia de la cámara. Cifuentes no tiene otra opción viable que buscar el sí de los diecisiete diputados naranja para lograr la mayoría, por encima de los votos negativos que sumarán el PSOE y Podemos.
Al contrario que el primer encuentro entre ambos, que fue precedido de varias entrevistas en medios de Aguado y de una rueda de prensa del líder de Ciudadanos Madrid pocas horas después, la reunión de este lunes, que comenzaba a las 18:00 horas, ha estado rodeaba de secretismo. Pasadas las siete de la tarde, un alto dirigente del partido en Madrid confesaba no saber aún nada de él. Dos horas antes del mismo, el secretario de organización de Ciudadanos, Fran Hervías, declaraba a esRadio que el "minuto y resultado" de la negociación era un no tanto al PP como al PSOE.
La negociación en Madrid estará vigilada muy de cerca por el vicesecretario general y jefe de gabinete de Albert Rivera, José Manuel Villegas, quien este mismo lunes llegaba a la capital de España. Ciudadanos comienza la fase final de la negociación con la medalla colgada de las dimisiones de los consejeros de Presidencia y Educación de la Comunidad, Salvador Victoria y Lucía Figar, y buscará que Cifuentes acepte su decálogo de regeneración, que incluye el compromiso expreso de modificar la Ley electoral madrileña para obligar a los partidos y agrupaciones electorales a que elijan a sus candidatos por primarias, así como a instar a las Cortes Generales para que reformen en el mismo sentido la Ley de Partidos. Aguado, sin embargo, no pondrá sobre la mesa su propuesta de recuperar el impuesto de sucesiones a partir del primer millón de euros heredado, tampoco nada que afecte a la Educación, aspecto de la gestión del PP madrileño que no tuvo reparo en elogiar públicamente durante la campaña.