Tunda de Federico a Rivera: "En 10 días ha perdido la confianza lograda en 10 años"
El gobierno de la Comunidad de Madrid se enreda cada día más y hay zafarrancho de limpieza en el PP.
"Cifuentes se impone a Aguirre y logra echar a los imputados", dice El Mundo sobre las dimisiones de Lucía Figar y Salvador Victoria. ¿Estará ya contento Rivera? Pues no, ha consultado su bola de cristal y "augura más imputaciones porque la lista la hizo Aguirre". Federico Jiménez Losantos tiene un cabreo superior y le pega al de Ciudadanos dos soplamocos. "En solo 10 días, Albert Rivera ha perdido muchas de las simpatías conseguidas durante 10 años". Tras recordarle "su alianza con Libertas y la presentación de Miguel Durán como candidato" para las europeas de 2009, dice que "C's se ha convertido en un partido útil para acabar con el bipartidismo corrupto y conquistar la Moncloa". "Rivera se perfilaba como el candidato del centroderecha que, a diferencia de Rajoy, podía vencer a un Pablo Iglesias piafante que tras liquidar a IU ha devorado al PSOE, entregado Pamplona a la ETA y pastelea con los separatistas. Sin embargo, en 10 días, usando la corrupción como los trileros de la bolita y jugando con el PSOE y el PP, Rivera ha sembrado una desconfianza en el electorado de centroderecha que, ni pactando con Cifuentes, le será fácil disipar". Menudo repasito.
El nuevo director, David Jiménez, le explica a Federico en el editorial que es que Rivera "duda en permitir que Cifuentes gobierne en la Comunidad de Madrid por miedo a contaminarse con la corrupción que socava a su eventual socio", él, tan puro, tan limpio. "Es comprensible que Ciudadanos medite con cuidado su política de pactos, pero al igual que corre el riesgo de perder su virginidad mediante acuerdos con partidos manchados por la corrupción, también existe el peligro de que se convierta en una fuerza inane si no utiliza con sentido común los votos que le ha dado las urnas". Cifuentes "ha ganado con diferencia" las elecciones y "el único pacto que configura una mayoría estable es del PP y Ciudadanos, salvo que la formación de Rivera hiciera algo tan absurdo como aliarse con el PSOE y Podemos para evitar el que gobierne Cifuentes". "Todo indica que las bases para que el PP y Ciudadanos pacten en Madrid están puestas", así que, Albert, deja ya ese papel de señorita remilgada, que ya cansa.
Victoria Prego le pega dos sopapos a Aguirre , que "ha guardado un inaceptable silencio" sobre el asunto de Figar y Victoria cuando "debía haber comparecido a dar muchas explicaciones y a pedir disculpas a los madrileños por tanto mangante como ella colocó en puestos de responsabilidad". Y Riverita "debe encontrar el momento adecuado para poner fin a su lista de exigencias" y tener presente que "sus votos proceden de antiguos votantes del PP" y no del PSOE, ni de Podemos, que no le votarían jamás. "Mantener la virginidad", hijo, "es directamente imposible cuando se sale al ruedo de la política". Ademas tú ya estás crecidito, Rivera. "Lo que haga Ciudadanos en la comunidad madrileña tendrá efectos directos en sus resultados en las elecciones de noviembre. No debe olvidarlo". No será por consejos.
El País dice que de dimisiones nada, que "Rajoy destituyó a dos consejeros de Madrid a petición de Cifuentes". Pero no lo ven todo perdido para que gobierne su amigo Gabilondo. "Ciudadanos dice que la marcha de Figar y Victoria no es suficiente para permitir que el PP siga gobernando". A ver con qué nuevo caprichito se levanta hoy el niño. En este periódico encontrará montones de ideas si lo que quiere es darle Madrid a Gabilondo. Cuenta Javier Casqueiro que ayer fue una locura de llamadas telefónicas para forzar la dimisión de los consejeros. "La presión ejercida por Cifuentes apremiaba a Rajoy y a Cospedal. Cifuentes estaba dispuesta, si los consejeros no se marchaban, incluso a protagonizar un gesto político de protesta el próximo martes en la sesión de constitución del Parlamento madrileño. Planeaba no asistir a la cita o ausentarse del pleno en un momento dado. Esto último es lo que hizo de manera muy simbólica Alberto Ruiz-Gallardón en junio de 2003 durante la sesión de investidura posterior al tamayazo que hurtó la presidencia al socialista Rafael Simancas en favor de Aguirre". Eso no fue así, Casqueiro, que te va a crecer la nariz. Nadie hurtó nada a favor de Aguirre. Tamayo y Sáenz iban en las listas socialistas y traicionaron a sus compañeros. Se repitieron las elecciones y ganó Aguirre por mayoría absoluta. Y por cierto, no rodó ninguna cabeza en el PSOE.
ABC dice que "Salvador Victoria y Lucía Figar adelantan su salida para facilitar el gobierno de Cifuentes". También corrobora que "la dirección nacional del PP presionó a Aguirre para que los dos consejeros presentaran su dimisión". "Álvaro Ballarín, el próximo requisito" de Rivera. En el editorial también empiezan a aparecer muestras de hartazgo. "Da la impresión de que Ciudadanos y Podemos quieren que populares y socialistas abdiquen de sus programas y apliquen los suyos, estableciendo condiciones que, en cuanto son cumplidas, son sustituidas por otras nuevas. Es la táctica que Ciudadanos está aplicando a Cifuentes en Madrid. Su primer objetivo es seguir en campaña. La fragmentación del voto empieza a mostrar su peor vertiente, la del mercadeo de condiciones y liderazgos de minorías de bloqueo y mayorías inestables. No es el panorama idílico que se anunciaba tras el presunto fin del bipartidismo. Sólo hay confusión y una creciente sospecha de la que la inestabilidad es un buen negocio para los nuevos partidos". David Gistau habla de las reuniones secretas, esas que se iban a acabar cuando llegara Pablo Iglesias. "A Pablo Iglesias sólo la falta visitar el palco del Bernabéu para traicionar todas sus imposturas estéticas". Dale tiempo, Gistau, menuda estafa, el chaval.
La Razón cambia de tema, bueno a medias. "Rivera ofrece a Rajoy y Sánchez una alianza antisoberanista para el 27-S". Por Dios, tengo sobredosis de Rivera, está por todas partes. "La dimisión de Figar y Victoria abre el camino a Cifuentes en Madrid". Porque, advierte Marhuenda, "Ciudadanos se queda sin excusas para no afrontar su responsabilidad y facilitar el gobierno de la lista más votada, en este caso la que encabeza Cristina Cifuentes". ¿Verdad Rivera? ¿A que no vas a poner más excusas?
Enric Juliana presiona en La Vanguardia para que se incline por el PSOE. "Hay discusión entre los analistas electorales sobre el resultado de Ciudadanos. Hay quien sostiene que al partido de Albert Rivera le perjudicó la acusación, muy repetida desde la izquierda, de ser la marca blanca del PP. Bajo esta perspectiva, los de la marca naranja estarían ahora obligados a realizar un ejercicio de verdadera autonomía política, para relanzarse de cara a la elecciones". Y sugiere una forma. "Facilitando la presidencia del Gran Madrid al PSOE". Y ahora, Albert, utiliza el cerebro. ¿Crees que Juliana te votaría alguna vez por darle Madrid a Gabilondo? Pues eso.
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