Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla y uno de los más destacados miembros de la izquierda sevillana (pasó del PCE al PSOE y fue asesor áulico de los últimos residentes de la Junta), dijo ayer en Cádiz que España es el país del mundo en el que más se estudia la reforma de la Constitución pero nunca se da el paso. Y añadió: "Esto ya pasó en la primera Restauración. Es impresionante el paralelismo. Nada más que se habla de la reforma de la Constitución pero nunca se llega a un consenso para reformarla. Y cuando llega el 14 de Abril, se hunde. Eso es lo que pasa ahora". Lo dijo en el 30 Congreso de Jueces para la Democracia.
Según el catedrático, durante años miembro del Estudio Jurídico Itálica implicado en no pocos trances de influencias, desde la mediación en el negocio minero al amparo del hijo de Manuel Chaves y comisionista de la Junta, Iván Chaves, España no estará estabilizada como sociedad democrática mientras no aborde la reforma de la Constitución. "Un Estado constitucional no está normalizado hasta que no hace uso de la reforma constitucional", afirmó durante su intervención en una de las mesas del 30º congreso de Jueces para la Democracia.
El grupo Joly recoge además que Pérez Royo, afirmó que "tenemos un Estado constitucional con propensión al desequilibrio y a un gran problema de desgobierno. Nos negamos a abrir el melón, pero si el melón no se abre, acaba pudriéndose. La Constitución ha funcionado muy bien pero, desde hace unos años, no funciona nada bien. ¿Cuánto tiempo podemos seguir así? No lo sabemos. De mala manera, mucho tiempo. Pero cuando pega el estallido...". O sea, de nuevo el 14 de abril... de 1931.
Junto a Pérez Royo estuvieron ayer en la mesa redonda Fernando Rey, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valladolid, y Adoración Guamán, profesora de Derecho del Trabajo de la Universidad de Valencia. Los dos primeros abogaron por la reforma de la Constitución porque consideran que es necesario, fundamental, imprescindible. Rey cree que también hay que cambiar el sistema político. Y Guamán se aleja de la reforma. "Mi propuesta", dijo, "es de proceso constituyente". Advirtió, no obstante, que no cae en la ingenuidad izquierdista de pensar que el proceso constituyente puede solucionarlo todo.
En general los participantes de la mesa que se celebró trataron de poner la guinda ideológica al "proceso de cambio" que se vive en España. Por ello, es preciso, dijeron, no sólo la reforma de la Constitución sino el cambio del sistema político, que ya no coincide con el fijado en la Constitución de 1978, sobre todo en materia de derechos y de participación ciudadana.