Izquierda Unida se rinde. No concurrirá a las elecciones generales con sus siglas, sino que buscará conformar "un nuevo espacio" con Podemos, aunque aún falta por debatir "largo y tendido" sobre la fórmula política y jurídica con la que se conformara esa candidatura, han asegurado a Efe fuentes de la dirección.
Ese concepto de "suma multiplicadora" de fuerzas integradas con la marca de Pablo Iglesias es aceptado por la gran mayoría del Consejo Político, han afirmado las mismas fuentes, y únicamente ven objeciones las federaciones de Asturias, Extremadura y la corriente de Izquierda Abierta, que lidera Gaspar Llamazares.
Pero el resto, incluidas Andalucía, Cataluña y Galicia, y el mayoritario PCE apuestan por esa idea que mañana argumentará en la Presidencia federal el candidato de IU a la Presidencia, Alberto Garzón. Sin embargo, el propio Garzón ha desmentido esta información en Twitter. "Leo titulares que dicen que IU se funde, se diluye, desaparece... Erre que erre con falsedades. ¡No cambia el interés en matarnos!"
Leo titulares que dicen que IU se funde, se diluye, desaparece... Erre que erre con falsedades. ¡No cambia el interés en matarnos!
— Alberto Garzón (@agarzon) junio 4, 2015
Según las informaciones, el coordinador, Cayo Lara, habría acabado por aceptar la disolución de IU. "Se ha tenido que rendir ante lo evidente", tras los buenos resultados obtenidos por las candidaturas populares en Madrid, Barcelona y Galicia.
Los portavoces de la formación intentan consolarse y disfrazar la realidad. "No se trata de una sumisión, sino de unir fuerzas porque hay muchas posibilidades de que la izquierda alternativa se convierta en la segunda fuerza política y desplace "perfectamente" al PSOE.
Con el partido de Pablo Iglesias, quien ya ha dejado claro que se presentará a los comicios con su marca propia, IU mantiene "continuos contactos" para avanzar en esta candidatura de unidad popular.
Creen en IU que Podemos se ha dado cuenta de que, con los resultados en la mano, "solos no ganan" y por eso también quieren incorporar a otras formaciones. No obstante, Pablo Iglesias ya dejó claro que su partido no será "la balsa de salvamento " de IU.
"Sí o sí habrá unidad popular" y donde primero se ensayará esta fórmula es en las elecciones catalanas, si es que se celebran en septiembre, han explicado.
Tras las generales y a la vista de cómo hayan ido, IU deberá celebrar una asamblea en la que tendrá que decidir su futuro. Después de noviembre "todo está por escribir", han recalcado.
Poco después, otra de las partes en guerra desmentía esta información y aseguran que darán la batalla para sobrevivir y calificaba el fin de IU de "filtración interesada".
Hoy revela El País la calamitosa situación de las cuentas de IU. La pérdida de representación en las elecciones les han dejado sin ingresos, lo que se suma a las dificultades económicas que ya venía padeciendo. Además, no podrá pagar la deuda de 1,7 millones de euros que tiene con Hacienda y la Seguridad Social y que Montoro se encargó de airear en el Congreso de los Diputados.