Las primarias se celebrarán el 26 de julio según el calendario fijado por Ferraz. Esto es, Susana Díaz ha perdido la batalla de las primarias, que quería retrasar hasta septiembre porque según ha argumentado ante Pedro Sánchez, ahora, en este clima de pactos y constitución de Ayuntamientos, no interesan a nadie. Además, en julio, la presidenta de la Junta en funciones dará a luz, lo que le impedirá estar presente en un gran número de actos esenciales.
Ese fue básicamente el resultado de la reunión de este jueves en Ferraz entre Sánchez y Díaz, una reunión que se ha producido cinco meses después del último encuentro, lo que significa que tanto las elecciones andaluzas como las municipales y autonómicas han tenido lugar sin contacto previo entre ambos.
La tesis aparente de Susana Díaz, relata El Mundo, es que no es el momento de hablar de algo que no interesa a la gente cuando de lo que se trata es de la gobernabilidad de los ayuntamientos y las comunidades autónomas, argumento que repitió ante los periodistas a la salida del encuentro.
Libertad Digital ya informó este jueves que el propósito de Díaz era retrasar las primeras, como ya hizo con fortuna el año pasado aplazándolas hasta este mes de julio, hasta el mes de septiembre, una vez constituidos los gobiernos de los Ayuntamientos, las Diputaciones y las Comunidades Autónomas.
Ante la oposición de Ferraz, la recogida de avales y la campaña electoral previstas coincidirán con sus negociaciones para conseguir ser investida presidenta cuyo plazo acaba el próximo 6 de julio, dentro de poco más de un mes. E incluso con su parto, ya que es probable que dé a luz a finales del mismo mes.
Junio y julio son malos momentos para Susana Díaz si lo que pretende realmente, y ya se verá tras sus encuentros con Eduardo Madina, es favorecer la presencia de un candidato alternativo. Ayer no quiso entrar en el tema para mantener la neutralidad, dijo.
Díaz no quiere "líneas rojas" en los pactos
Tampoco concuerdan sus tesis con las de Sánchez en lo que se refiere a los pactos electorales. El secretario general ya dijo que ni Bildu ni PP, aunque además, dijo en numerosas ocasiones, que tampoco Podemos. Sin embargo, Susana Díaz está contra la política de bloques. Dijo estar "en contra de la política de bloques, ni de frentes contra nadie". El PSOE "no debe ser escudo contra nadie, ni pasarela para otros", dijo.
Según Díaz debe primar la coherencia y el realismo y cada territorio muestra una diferente realidad política y social. Por tanto, es en cada territorio o municipio donde hay que entender "el mensaje de los ciudadanos" e interpretarlo. Ni siquiera quiere, con toda claridad, un frente antiPP porque los pactos que se hagan deben ser entendidos por la sociedad, destaca El País.
Según este diario la posición de Díaz es que "el PSOE en algunos sitios tendrá que dialogar, en otros acordar y en otros, a la oposición". En cuanto al PP, se ve arriesgado urdir acuerdos entre muchos partidos para desbancar al PP de alcaldías en las que ha ganado claramente porque no se podrá explicar bien. Sólo podría hacerse en casos de "higiene democrática".