El Mundo dice que Cataluña vive en un continuo ¡ay! "Empresarios catalanes presionan para que Colau no sea alcaldesa", que "así no podemos continuar". Por si no tenían bastante con el desafío separatista ahora les toca lidiar con el populismo. Victoria Prego les echa una bronca de campeonato. "A buenas horas les entra al vértigo. Ya es demasiado tarde para protestar y para alarmarse porque la señora Colau, como Carmena, ha ganado las elecciones municipales y se dispone a recibir el bastón de mando de la alcaldía". "Hacer un cordón sanitario para aislar a un partido democrático y respaldado por una parte de los españoles es una idea políticamente repugnante. Intentar expulsar del juego a una formación, por la obscena razón de que no gusta o de que se le tiene miedo a lo que haga cuando tenga el poder es conceptualmente inaceptable. Y algunos deben acostumbrarse a asumir plenamente los resultados de las elecciones y sus consecuencias. Es una responsabilidad de todos los votantes. Haberlo pensado antes, porque ahora ya es tarde". Así que, ajo y agua. También Santiago González opina que nos merecemos un escarmiento. "Barcelona y Madrid se merecen ser regidos por Colau y Carmena durante un mandato. Dirán que qué culpa tiene la gente que no votó a este par de populistas. Ciertamente, ninguna, salvo no haber reunido más votos en candidaturas alternativas y compatibles".
El editorial advierte contra los pactos raros, que los pactos hay que hacerlos "con coherencia y sobre la base de programas y no de repartos de poder y de prebendas. La voluntad de los electores es sagrada y aunque no nos guste, tenemos que aceptar que Podemos gobierne si logra formar mayorías que se lo permitan. En eso consiste la democracia". Lo que tampoco puede ser es "descartar la posibilidad de pactos de partidos como PP y PSOE, que comparten una serie de principios básicos. Esta puede ser una opción tan válida o más para los socialistas que el apoyo a Podemos en aventuras que pueden tener consecuencias indeseadas y pasarles factura a largo plazo". Luego que no digan que estaban avisados. Federico Jiménez Losantos dice que cualquiera se fía de Pedro Sánchez, que "tras asegurar que nunca jamás pactaría con Podemos", ahora donde dije digo digo Diego y "se niega a que Carmona sea alcalde, da los votos a la segunda candidata más votada y regala una gigantesca pasarela Cibeles de propaganda a la que en noviembre podría ser la ministra de Checa y Justicia del Gobierno de Pablo Iglesias". Que panorama tan terrorífico.
El País dice que "Rajoy prepara una remodelación del Gobierno en junio". Por Dios, Mariano, qué prisas, a ver si le va a dar algo. Ilustra la información -en el interior- con una foto de Soraya y da una "lista de la que saldrá el número dos" con 35 candidatos. El País no está nada alarmado con el idilio de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias. "Pablo Iglesias declara abierta una nueva fase en la relación con el PSOE". Ya no es casta y puede entrar en el club de los de abajo. Menuda estafa, Pablo.
ABC le pega un sopapo a Albert Rivera. "Rivera pactará con el PP para frenar el nacionalismo, pero no contra el populismo". En el editorial le pide al líder Ciudadanos que no se pase de listo, que "es una formación bisagra capaz de condicionar mayorías de gobierno, pero no de dirigirlas. A partir de ahí, se impone el sentido de la responsabilidad y no chantajes emocionales generadores de inestabilidad". Y que deje ya el rollo del ni si ni no ni todo lo contrario, que "ahora no cabe ponerse de perfil (…) La lógica de los tiempos exige pactos fiables, no cordones sanitarios ni castigos basados en el sectarismo y cálculos interesados en el mayor provecho de uno mismo. Tampoco estrategias difusas para no retratarse. La llave de Albert Rivera es valiosa para garantizar certidumbre, y no debe arrojarla al vacío". Hermann Tertsch humilla al PSOE. "El caudillo de Podemos ya no se anda con tonterías pretendiendo moralizar a los socialistas. Los necesita para sus fines y es feliz de ver lo postrados que están las huestes de la medianía de Pedro Sánchez (…) El PSOE pierde el culo por hacer un Frente con Podemos, aunque eso los convierta en la sirvienta de estas alianzas". Sin embargo, David Gistau piensa que "para los votantes de izquierda debe ser un alivio regresar a un discurso primario y maniqueo en el que el único monstruo detestable es la derecha. Así ocurrirá cuando el PSOE sea por fin admitido en el canon de pureza de Podemos a pesar de lo mucho que se han divertido con los de arriba durante toda la democracia: quedan expiados los pecados". Magnánimo, este Pablo.
La Razón dice que no todos los socialistas son iguales, que "Díaz rechaza el pacto anti-PP de Sánchez con Podemos". Dice el editorial que "el alarde de soberbia política" de Pablo Iglesias ayer con Pedro Sánchez fue "clarificador. Si su objetivo era exhibir su control absoluto sobre la voluntad del PSOE de apoyarles allí donde lo necesitan, puede decir que lo ha conseguido". Le faltó decirle ¡sit! Marhuenda le da un sabio consejo al joven Pedro. "Se equivoca si convierte al PSOE en una marioneta de Podemos. Debería seguir los acertados consejos de la líder andaluza y no cometer un error irreparable". Que se ande con ojo y mire lo que le ha pasado a Izquierda Unida, que se la ha comido por las patas.