Tras el recuento definitivo, el resultado aplicado a las Diputaciones Provinciales, de extrema importancia en Andalucía por el elevado número de provincias y municipios menores de 20.000 habitantes, supone que el PP sólo conserva la Diputación de Almería con una mayoría absoluta. Como máximo podrá disponer de la Diputación de Málaga si Ciudadanos, cuando menos, no vota en contra de su presidente, la mano derecha de Juan Manuel Moreno, Elías Bendono, presidente además del PP de Málaga.
En Cádiz, la Diputación, hasta ahora en manos del PP, pasará a manos, de nuevo, sólo cuatro años después, del PSOE gaditano que tendría la mayoría absoluta con un solo voto más que puede ser aportado por Izquierda Unida u otros grupos de izquierda, incluido el Partido Andalucista que ha obtenido un diputado.
En Córdoba, el PP pierde la presidencia de la institución que pasará a manos del PSOE con el apoyo de Izquierda Unida y Ganemos Córdoba. Ciudadanos, que ha obtenido un escaño, resulta insuficiente para permitir un gobierno del PP.
En Granada, el PP, que ha empatado a 11 escaños con el PSOE, no podrá obtener la presidencia porque el apoyo de Izquierda Unida y la formación Vamos, ligada a Podemos, suman la mayoría absoluta. Ciudadanos, que ha obtenido dos escaños, no tiene fuerza suficiente para permitir un gobierno del PP.
En Huelva, Jaén y Sevilla se repite presidencia del PSOE como en los 36 años anteriores desde 1979, un tiempo superior al del franquismo que sumará 40 años al final del período.
En Málaga, el PP ha ganado las elecciones y la mayoría de la Diputación con 15 escaños mientras el PSOE se ha quedado sólo en 11. Siendo el pleno de 31 diputados, el PP necesita para asegurar la presidencia el apoyo de Ciudadanos que ha obtenido dos escaños. Si Ciudadanos decide apoyar al PSOE, el PP perdería otra diputación más y vería su presencia institucional reducida a una.
Quiere decir esto que mucho más de la mitad de los 770 municipios andaluces estarán, de nuevo, bajo la tutela de seis Diputaciones socialistas, tal vez siete.