Ya hay fecha para la primera reunión entre Cristina Cifuentes e Ignacio Aguado. El próximo lunes la candidata más votada en la Comunidad de Madrid y el líder autonómico de Ciudadanos mantendrán una toma de contacto formal para explorar las posibilidades de un acuerdo que permita al PP mantener uno de sus principales feudos. Cifuentes necesita el voto afirmativo de los diecisiete diputados de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid. Para lograrlo tendrá que estudiar a fondo el decálogo anticorrupción del partido naranja, cuyo último punto, referente a las primarias y a su instauración por Ley en todos los partidos será irrenunciable para los de Albert Rivera. Cifuentes no podrá alegar que no es competencia autonómica, pues sí puede desde la Asamblea regional instar al Congreso a que adopte esas modificaciones legales.
A partir de ahí se hablará de otras cuestiones, pero la última palabra la tendrá la Ejecutiva de Ciudadanos, previo estudio del Comité de Pactos que preside José María Espejo. Aguado ya dejó claro antes y durante la campaña lo que le gusta de la gestión popular en Madrid, particularmente lo relativo a la Educación, con la implantación del sistema bilingüe o la evaluación al profesorado. En el capítulo de las críticas destacan la Sanidad, con una clara oposición a cualquier privatización de la gestión de los hospitales y Telemadrid, que Aguado considera un "aparato de propaganda en manos del PP". En la reunión con Cifuentes se abordará, sin duda, la materia fiscal, donde Ciudadanos pretende recuperar el Impuesto de sucesiones a partir de un millón de euros por heredero, excluidas las vivienda habitual y la empresa familiar.
Saliendo de la materia específica madrileña, Aguado trasladará los tres grandes ejes para establecer pactos, relativos a la regeneración, al modelo productivo y económico y al modelo social. Otro de los aspectos en los que Ciudadanos pone el acento es la eliminación de los aforamientos, que tienen todos los diputados autonómicos.
PP y Ciudadanos suman los 65 escaños justos para obtener la mayoría, frente a los 64 que alcanzan conjuntamente el PSOE y Podemos.