La Comunidad Foral de Navarra se ha convertido en un auténtico sudoku político. UPN se mantienen como la principal fuerza política en la región, aunque no está nada claro que su candidato a la presidencia, Javier Esparza, pueda continuar con los más de 20 años de gobierno foralista y formar un Ejecutivo, pues no tendría suficiente con el apoyo de PP y PSN para conseguir la mayoría absoluta.
UPN ha conseguido 15 escaños, cuatro menos que en las elecciones forales de 2011. La segunda fuerza política es Geroa Bai, la coalición nacionalista liderada por Uxue Barkos, que obtiene 9 representantes con un 15,77 por ciento de los sufragios, uno más que los que consiguió hace cuatro años con la ya desintegrada Nafarroa Bai. EH Bildu es la tercera fuerza con 8 escaños, uno más de los obtenidos en 2011.
Con los mismos escaños que la coalición que integra a los herederos de Batasuna-ETA, aunque con menor números de votos, está el PSN-PSOE, que pierde un representante respecto a 2011. Podemos se estrena en Navarra con 7 escaños, mientras que el Partido Popular se tendrá que conformar únicamente con 2 parlamentarios (pierde 2), los mismos que tendrá la coalición Izquierda-Ezkerra (IU y Batzarre), que pierde un representante respecto a 2011.
Un escenario igual de complicado que en la Comunidad Foral hay en Pamplona. La candidatura de UPN es la más votada en la capital, obteniendo 10 concejales (uno menos que en las elecciones de 2011). EH Bildu y Geroa Bai empatan como segunda fuerza política en la ciudad, con 5 ediles cada coalición. El PSE-PSOE obtiene 3 concejales, los mismos que Pamplona en Común, la coalición local auspiciada por Podemos. La coalición Izquierda-Ezkerra obtiene un edil. Ni PP ni Ciudadanos obtienen representación.