"Yo voto Carina Mejías". La afirmación de Albert Rivera en su último mitin de campaña en Barcelona podría resultar obvia pero esconde una curiosidad personal: el domingo el líder de Ciudadanos votará por primera vez en su vida en la Ciudad Condal y no en el pueblo de la provincia donde ha pasado buena parte de su vida, aunque nació en la capital. Rivera jugaba en casa, pero puede que la altura de la campaña o los sobresaltos de las horas previas le impidiesen cuajar poco más que una faena de aliño. Por encima de la media, en cualquier caso, tratándose de un "gran comunicador político" como reconoce hasta su rival Pablo Iglesias.
La mordiente política la puso la candidata Mejías, pidiendo combatir dos amenazas: la del nacionalismo que representa el actual alcalde de CIU, Xavier Trias, y la del populismo de Ada Colau y su emergente plataforma Barcelona en Comú. De telonero, como en Gerona esta misma semana, el diputado autonómico Carlos Carrizosa, al que la dirección del partido parece empeñada en foguear. Pronto se avistan, Artur Mas mediante, las elecciones autonómicas catalanas.
La avería del Cercanías, como no podía ser de otra manera, estuvo presente en los parlamentos, y sirvió a Mejías y a Rivera para criticar a quienes, como los nacionalistas, buscan echar la culpa de todo al resto de España. Lo contrario, la colaboración institucional con Madrid, llegaría en un hipotético e hiperbólico escenario que ambos acariciaron al calor del fin de la campaña, el de sendos gobernantes de Ciudadanos en La Moncloa y en Sant Jaume. Entonces, según Rivera: "Ya no habría el ‘España nos roba’ sino colaboración".
También advirtió a los suyos de lo importante de una buena implantación municipal para el reto mayor de las generales, aludiendo a uno de los puntos débiles de Ciudadanos desde su nacimiento en 2006. Baste decir que será a la tercera cuando logren entrar en el consistorio barcelonés. Y les animó a conseguir un fuerte triunfo local que vuelva a hacer de Cataluña una "tierra de oportunidades" y que evite que los nacionalistas cuenten a partir del domingo "ayuntamientos y no votos".
El presidente de la formación naranja se acordó de los ataques recibidos estos días por José María Aznar y le recomendó al expresidente que mejor hubiese sido preocuparse en su día de "sus pactos con Jordi Pujol". El célebre apellido catlán también fue sacado a colación por Mejías, quien rebatió la supuesta ausencia de corrupción en Barcelona citando lo ocurrido con el caso del Palau de la Música "que lo teníamos aquí, no fuera".
Rivera cerrará este viernes en Madrid la campaña de Ciudadanos, que en todos los mitines ha calificado de "histórica".