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El PP tiene en sus manos la tercera derrota de Díaz en el Parlamento andaluz

Tras tres horas de reunión, Podemos anunció su 'no' hasta después del 24 de mayo, celebración de las elecciones municipales y autonómicas.

Díaz y Moreno, en una foto de archivo | EFE

Podemos ha dicho que votará no este jueves en el pleno del Parlamento andaluz a la investidura de Susana Díaz. Consecuentemente, dado que ni la abstención de Ciudadanos sumada a la de IU lograrían la mayoría simple necesaria para la investidura de Díaz, ésta sólo puede contar con el apoyo del PP andaluz.

Los motivos del no definitivo de Podemos a la investidura son que no se les ha facilitado una lista de altos cargos para decidir cuáles podían suprimirse y no haber recibido una relación de cuentas de entidades bancarias para saber cuáles son las que desahucian. Tras tres horas de reunión, Podemos anunció su no hasta después del 24 de mayo, celebración de las elecciones municipales y autonómicas.

La situación de una hipotética votación en cifras es la siguiente, asumiendo el 'no' de Podemos y siempre que el PP vote 'no':

SÍ A LA INVESTIDURA: PSOE 47

ABSTENCIONES (Supuestas): CIUDADAnoS, 9; IU, 5

NO: PP, 33; PODEMOS, 15

TOTAL: SIES, 47; NOES, 48; ABSTENCIONES, 14.

No hay mayoría simple, luego no habrá investidura. Dado que Podemos ya ha anunciado que no volverá a negociar nada hasta después del 24 de mayo, puede decirse con toda rotundidad que Susana Díaz está en manos del PP andaluz, situación que conviene especialmente a Podemos, pero que tampoco le viene mal a Ciudadanos ni a IU.

Ciudadanos, conociendo la inutilidad práctica de su abstención, tendrá poco interés en aparecer como cómplice o sostén del régimen socialistas que tanto ha criticado antes de las elecciones. Además, si es finalmente el PP el que decide apoyar a Susana Díaz, Ciudadanos estará en condiciones de comer aún más de la reserva electoral del PP andaluz.

IU, que sólo podía jugar un papel relevante en la alianza de abstenciones con Podemos, que hubiera hecho efectiva una mayoría simple para el PSOE de Andalucía, tiene imposible la abstención una vez que Podemos, su enemigo electoral básico que le ha "robado" la mayor parte de sus votos, se haya retirado.

Por tanto, Susana Díaz queda en manos del PP andaluz que dirige Juan Manuel Moreno y que preside a escala nacional Mariano Rajoy. Pero dado que Susana Díaz no quiere compromisos de respetar la mayoría más votada, clave para los ayuntamientos de capitales y grandes ciudades gobernados por el PP, el acuerdo va a ser complicado. Sin una gran compensación, el PP no parece inclinado a soportar el coste político de un apoyo al "régimen" con la excusa de la estabilidad, mucho menos en un momento en que el cuadro de las posibles negociaciones a escala nacional aún no está despejado y habrá que esperar al día 24 de mayo, fecha de las elecciones municipales y autonómicos.

Una tercera derrota consecutiva para Susana Dïaz es letal para su imagen y su prestigio nacional y la estabilidad que adujo para la convocatoria electoral la sitúa, cuando menos, en el conjunto de los que aciertan demasiado en sus previsiones. Si a ello se une que Pedro Sánchez logró una subida del PSOE en votos y porcentajes en el pasado CIS mientras el resultado electoral de Susana Diaz fue el peor de la historia del socialismo en Andalucía, se entenderá la crispación que invade al equipo de Diaz que ve con desolación cómo el objetivo de la conquista de la secretaría general del PSOE en las primarias de julio, se le van alejando cada día más.

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