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El objetivo de Podemos en Educación, ¿acabar con la escuela concertada?

El partido promete dar "prioridad" a la pública y controlar más a los centros concertados. En Universidad, prevé disparar la financiación.

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Podemos presentó este martes su programa marco para las próximas elecciones autonómicas y municipales. En él se incluyen pinceladas relacionadas con la Sanidad o la Educación, aunque sin profundizar en ninguna de ellas. No obstante, sí se puede observar una tendencia que apunta en una dirección: priorizar la escuela pública en detrimento de la concertada de una forma que podría hacer muy complicada (si no imposible) su sostenibilidad.

De esta forma, en el punto 103 del programa que ha presentado el partido liderado por Pablo Iglesias para estos próximos comicios, se dice textualmente:

Apoyaremos con determinación la educación pública, y nos aseguraremos de que cuente con los recursos humanos y las infraestructuras suficientes para el cumplimiento de sus objetivos. Habrá una clara priorización presupuestaria de la enseñanza pública frente a la concertada, para asegurar una red pública de calidad, con cobertura suficiente para que todos los alumnos y alumnas tengan plaza en un centro cercano a su zona de residencia.

Fuentes de Podemos confirmaron a Libertad Digital que tienen "muy clara" la priorización presupuestaria de la enseñanza pública. Desde la coalición no se oculta que su objetivo es ir ahogando, poco a poco, la educación concertada a través de recortes en los fondos destinados a la misma. Pero no sólo es cuestión de dinero; el punto 109 de su programa también va dirigido contra estos centros:

Se establecerán mecanismos de evaluación por parte de la Administración Pública a través de los cuales quede garantizado que en los centros concertados se brinda una educación de calidad acorde con los principios constitucionales.

En el programa para las Elecciones Europeas de 2014, el partido de Iglesias era más claro (más directo) acerca de sus intenciones en materia educativa. En el punto 3.5, titulado "Garantía del derecho al conocimiento, la formación académica y una educación pública, gratuita, laica y universal, participada democráticamente por todos los miembros de la comunidad educativa", se decía textualmente: "Eliminación de cualquier subvención y ayuda a la enseñanza privada, incluida la modalidad de concertada, destinando el ahorro a la financiación y mejora de los centros públicos".

En esta ocasión, Podemos ha matizado ligeramente su retórica y ya sólo habla de "mecanismos de evaluación" y educación "acorde a los principios constitucionales". ¿Qué quiere decir esto? Pues todo o nada. En principio, evaluar y controlar a los centros que reciben fondos públicos no tiene nada de malo. Tampoco que estos centros se ciñan a lo previsto por la Carta Magna. El problema es que esa evaluación también se puede transformar en la imposición de unos requisitos que hagan muy complicado para cualquier colegio mantener sus puertas abiertas.

Del mismo modo, la apelación a los "principios constitucionales" puede ser una afirmación genérica que no lleve a nada o la puerta abierta para obligar a los centros (especialmente los religiosos) a renunciar a su ideario a cambio de seguir manteniendo los fondos públicos.

No al área única

Además de todas estas medidas Podemos también adelantó a LD su voluntad de acabar con el área única, que implica la libertad de elección del centro escolar por parte de los padres. Éste es el sistema que implantó con éxito el PP de la Comunidad de Madrid.

La filosofía del partido está muy en sintonía con la que sostienen pedagogos como Francesco Tonucci. Es decir que "la educación no puede ser competitiva, la sociedad lo es, pero la educación tiene que ser cooperativa. El juez de todo esto no debe ser el mercado sino la felicidad", ha dicho Tonucci en alguna ocasión. El área única, según este pensamiento, fomenta la competitividad entre los centros para conseguir ser los mejores, los más valorados dentro de la comunidad educativa y, por tanto, captar así más alumnos.

El prestigioso pedagogo Francesco Tonucci es un referente en el ámbito educativo. Nadie mejor que él para explicar los motivos por los que debemos paralizar y derogar la LOMCE.

Posted by Podemos Educación on Miércoles, 15 de abril de 2015

La financiación de la Universidad

La segunda gran pata del programa educativo de Podemos tiene que ver con la universidad, un ámbito que sus líderes conocen muy bien, pues la mayoría (Iglesias, Monedero, Alegre, Bescansa,...) trabaja como profesores de las facultades públicas. Por eso llaman la atención las propuestas, especialmente en lo que hacen referencia a la financiación. La formación de Pablo Iglesias pide una importante mejora en las condiciones de trabajo de los profesores de la universidad, que incluiría más puestos (tanto de contratados externos como de funcionarios con plaza fija), más protección para los que consigan acceder a una plaza, un sueldo más elevado para todos y más fondos para investigación.

En este sentido, hay que recordar que las "puertas giratorias" son una de las obsesiones de Podemos. Se ha convertido en uno de los temas estrella en la campaña electoral de la formación. Pablo Iglesias denuncia los casos en los que los políticos, tras dejar la vida pública, trabajan en empresas a las que habrían apoyado con leyes, subvenciones o ayudas. Podemos ha llegado a hablar de prohibir durante diez años que ningún político trabaje en una empresa privada. La idea que aducen es que un ministro no puede prepararse una carrera profesional posterior a su salida del Gobierno beneficiando a un colectivo a través del BOE.

En esta tesitura, lo normal es que uno se pregunte qué harán Pablo Iglesias, Luis Alegre, Carolina Bescansa o Íñigo Errejón cuando dejen la política. Cualquier trabajo en el sector privado les estará vedado. Y la respuesta que ellos mismos dan es que volverán a la facultad.

El problema es que, siguiendo sus principios éticos, parecería lógico pedirles que prometan no legislar en nada que tenga que ver con la universidad pública. Quizás podrían plantear que una comisión de expertos organizase la educación terciaria, sin que ningún insider intervenga en la misma. Pues no. Podemos aquí aplica un doble rasero.

Desde el partido admiten sin reparos a Libertad Digital que el epígrafe de educación está realizado por varios miembros de la formación que en la actualidad trabajan como profesores universitarios en diferentes centros españoles. Explican que estas medidas favorecerían a docentes "como nosotros, que intentamos cambiar la universidad a mejor desde dentro". Y no parece haber ningún conflicto de intereses al respecto.

Así, Podemos pide sucesivos incrementos del gasto. Así, hablan de un "importante esfuerzo de financiación" y prometen "un sistema de financiación plurianual para las universidades públicas que garantice su suficiencia financiera y asegure el pago de la deuda histórica que existe con estos centros". ¿Qué significa esto? No hay ninguna concreción en este documento, aunque en el texto con el que la formación fue a las elecciones europeas del pasado mayo se hablaba del equivalente al 2% del PIB (unos 20.000 millones de euros).

Eso sí, el programa para las autonómicas no se queda en esta referencia genérica. En los siguientes apartados se prometen muchas más ayudas para profesores e investigadores, que van desde "estancias en centros de investigación de excelencia internacional" hasta "fórmulas de permanencia que permitan la contratación estable e indefinida de investigadores y técnicos en los centros públicos" (aquí quizás habría que recordar que varios de los líderes de Podemos aún no tienen plaza en propiedad), pasando por nuevos "parques tecnológicos y ciudades del conocimiento que incorporen a nuevos equipos de investigación con un director o subdirector posdoctoral novel".

La contrapartida a los aumentos de financiación podría ser un incremento en el control. Y lo cierto es que Podemos dedica un epígrafe a la evaluación y promete "una universidad exigente", con "un sistema de evaluación periódica que permita conocer el rendimiento de los recursos públicos recibidos". De nuevo, la pregunta es qué significa esto y no hay ningún detalle concreto al respecto. Sin embargo, sí hay algunas pistas, como cuando apuntan a una "reorientación de los criterios de evaluación de la calidad", aseguran que estos no consistirán "en una mera fiscalización" y piden separar las facultades de las exigencias del mercado.

Los Círculos, más beligerantes

Como se observa, en general no dejan de ser meras pinceladas sobre la materia, aunque muy significativas. El partido celebrará el próximo 21 de mayo en Madrid un foro sobre Educación. Allí, dicen, se concretarán y discutirán más medidas que las planteadas en este texto. Será entonces cuando los representantes de la formación tendrán que escuchar las reclamaciones de sus Círculos, que son partidarios de erradicar de forma inmediata la educación concertada en el caso de que lleguen al poder.

Estos Círculos, a través de las redes sociales, promocionan las iniciativas de plataformas de izquierda radical, como Soy Pública que, entre otras cosas, ofrecen directrices sobre "cómo acabar con la educación privada-convcertada". En un documento elaborado por esta plataforma y del que se ha hecho eco el Círculo de Podemos-Educación se dice textualmente entre otras cosas que "no se otorgarán más conciertos" a estos centros y, "en un plazo menor de cinco años", los colegios concertados "tendrán que optar por pasar a formar parte de la red pública o reconvertirse en centros privados". Veremos si Podemos decide recoger estas propuestas con claridad y definición o únicamente deja la puerta abierta, manteniéndose así hasta las elecciones una calculada indefinición.

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