Andalucía no tendrá un gobierno estable, al menos, hasta después de conocerse los resultados de las elecciones municipales y autonómicas 24 de mayo. Toda la prensa andaluza da como seguro que el resultado de la votación de este viernes a las once de la mañana en el parlamento andaluz tendrá un resultado negativo para las ambiciones de Susana Díaz. De ese modo, se confirmaría que la anticipación de las elecciones no condujo a una mayor estabilidad sino a una zozobra política sin precedentes con un gobierno en funciones durante, al menos, un trimestre.
Dado que la campaña electoral ya comenzó, será muy difícil que los partidos, todos ellos empleados a fondo en la importante convocatoria a escala nacional, aspiren a firmar acuerdos antes de conocer esos resultados. Además, el tiempo que se precisa para la campaña y sus actos hace casi imposible una ronda de negociaciones. Si a ello se le suma que será imposible la coincidencia de todos los diputados activados para la campaña en un pleno fijado para una nueva votación antes del día 24.
Según ABC, tras el portazo de Podemos y Ciudadanos, éste muy virulento, el PP ya ha admitido que es casi imposible apoyar a la candidata socialista antes del 24-M. Igualmente el PSOE ya se ha dado cuenta de que por sus propios intereses no podría presentar un acuerdo con el PP antes de las elecciones del 24-M, porque podría tener graves repercusiones en votos y apoyos. La única solución que aporta Susana Díaz es que se abstengan todos los partidos para que ninguno de ellos cargue con la "culpa".
El PP andaluz parece ya decidido a no votar a Susana Díaz y por ello, además de pedir un acuerdo sobre la lista más votada tras las elecciones municipales, exigió obras de infraestructuras en todas las provincias por importe de 20 millones de euros y finalmente, un acuerdo sobre las 146 propuestas que presentó en el debate parlamentario.
El Mundo, a pesar de la "dulcificación" exhibida por Pablo Iglesias, líder de Podemos, hacia el PSOE, deduce que el NO será el resultado de la votación de esta mañana. De todos modos, la abstención de Podemos, descartado su voto a favor, sería igualmente insuficiente. No tiene en cuenta el hecho de que ayer, en Málaga, Rajoy no dijo una palabra sobre las negociaciones limitándose a un ambiguo: "Juanma está haciendo lo que tiene que hacer".
El País da por hecha la nueva negativa de todos los grupos parlamentarios a la investidura de Susana Díaz y la estrategia de esperar a ver qué cromos deben cambiarse en los pactos una vez conocidos cuántos son en toda España y de qué calidad y valor.
Incluso el grupo Joly admite que, si bien PP y PSOE han puesto en marcha un plan B para la negociación, ambos deberán esperar al 24 M porque adelantar un acuerdo perjudicaría a ambos partidos.
La Razón destaca la exigencia desesperada de Susana Díaz a Mariano Rajoy para que cumpla su palabra de dejar gobernar a la lista más votada, pero concluye que tal cosa, de ocurrir, ocurrirá a partir del día 24 de mayo.
En medios socialistas se asume ya que, salvo una intervención in extremis de Mariano Rajoy, la votación de hoy será negativa y no habrá investidura.
Esto es, la Operación Susana a escala nacional consistente en aparecer como abanderada de la regeneración democrática y marcar el camino nacional al PSOE con unos pactos primigenios, ha fracasado. Por si fuera poco, su figura, fuera y dentro del PSOE, es cada día más cuestionada por haber introducido debates impropios por interés personal. Además, su falta de cintura ante el barullo suscitado en el Parlamento andaluz no le hace aparecer como alguien imprescindible en la nueva situación política.