La Dirección General de Tráfico (DGT) ha publicado por primera vez en su historia la ubicación de radares móviles con los que los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil pueden controlar la velocidad de los vehículos, al colgar en su web 305 tramos de carretera de mayor peligrosidad de Castilla y León y de Asturias donde habrá este tipo de vigilancia.
De esta forma, Tráfico cumple con una de las iniciativas anunciadas el pasado mes de febrero en el marco de un nuevo plan estratégico de gestión de la velocidad en las carreteras, principalmente las secundarias (las de un carril por sentido), con varias medidas que afectan a los radares y con los objetivos fundamentales de reducir la siniestralidad y que los conductores cumplan los límites y así no sancionarles.
Esa estrategia se fundamenta en cuatro medidas: aplicar un umbral de tolerancia del 7 por ciento en los límites de velocidad a partir del cual el radar comienza a multar; que los aparatos diferencien el tipo de vehículo para sancionar en función de los límites específicos, singularmente a furgonetas, camiones y autobuses; que todos los equipos de control de velocidad sean visibles, tanto fijos como móviles, y que se trasladen 30 radares de punto de autovías y autopistas a carreteras secundarias como radares de tramo.
Hasta ahora, la web de la DGT recogía la ubicación de los cerca de 850 radares fijos repartidos en las autovías y las autopistas españolas, pero desde este viernes incluye la primera relación de radares móviles en carreteras secundarias, donde se producen el 80 por ciento de los accidentes mortales.
El listado incluye un total de 305 radares móviles que se situarán este mes de mayo en tramos de mayor peligrosidad de carreteras convencionales donde agentes de la Guardia Civil, apostados en un lugar visible y seguro y durante un periodo de tiempo relativamente corto, podrán detener a los conductores que pisen el acelerador más de la cuenta.
Esos radares móviles se distribuyen en Burgos (36); Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora (30 cada una de estas provincias), y Asturias (29). Los tramos seleccionados pertenecen a carreteras nacionales, autonómicas o provinciales. Cada uno de ellos cuenta con una horquilla de varios kilómetros donde los agentes podrán colocarse para detectar la velocidad de los conductores.
En 1.200 tramos
La DGT irá cambiando periódicamente esos tramos de concentración de vigilancia de la velocidad en las carreteras secundarias y prevé publicar los radares móviles del resto de comunidades autónomas antes de este verano.
De hecho, Tráfico calcula que finalmente habrá alrededor de 1.200 tramos de vías convencionales en los que se intensificará la vigilancia de la velocidad con radares móviles. Esta información la pueden consultar todos los conductores, así como los proveedores de navegadores para incluir los tramos en sus aplicaciones.
Los criterios de ubicación de estos radares móviles son el resultado de analizar el número de accidentes graves, con víctimas mortales o heridos que necesiten hospitalización; la cifra de accidentes en general y la velocidad media en esos tramos.