Tal día como hoy, 5 de mayo, pero de 2014, Libertad Digital contaba en su portada que un censor del régimen de los Ayatolás prohibió el uso de la aplicación de mensajería móvil por ser propiedad de Mark Zuckerberg. Para los censores iraníes, que WhatsApp esté en manos de un "sionista americano" es razón suficiente como para privar de su uso a los ciudadanos iraníes que tengan un teléfono inteligente.
La prohibición desencadenó un enérgico malestar dentro del propio Gorbierno. El ministro de Comunicaciones iraní señaló que "el Gobierno está totalmente en contra de la prohibición de WhatsApp".
Pero lo cierto es que el secretario del Comité para la Determinación Penal contenido web ya bloqueó el acceso a la red social WeChat. Twitter y Facebook llevan prohibidas en Irán desde el año 2009, cuando se produjo el proceso de la reelección del presidente Mahmoud Ahmadinejad. Los medios opositores comenzaron a moverse y organizar la oposición a través de estas redes sociales hasta que fueron prohibidas.
Un año antes, Arabía Saudí amenazó con cerrar aplicaciones como WhatsApp, Skype y Viber. La Comisión de Tecnología de las Comunicaciones y la Información (CTCI) de Arabia Saudí consideró que aplicaciones como estas incumplían la legislación, por lo que instó a las empresas del sector a adaptarlas a la misma, bajo amenaza de bloqueo.
También Alemania pidió a los usuarios de la aplicación más usada de mensajería móvil que dejaran de utilizarla. El regulador de privacidad alemán quiso aconsejar a todos los usuarios que buscaran alternativas más seguras a este servicio de mensajería instantánea para mantener conversaciones con otros contactos.
El motivo de esta recomendación fue que el regulador alemán creía que el acuerdo entre Facebook y WhatsApp podía causar problemas de privacidad de los usuarios debido a una posible fusión de datos entre el servicio de mensajería y la red social: "WhatsApp es una forma insegura de comunicarse y ha tenido severos problemas de seguridad y privacidad".
El regulador recomendó otros servicios de mensajería como Threema o myEnigma, dos aplicaciones europeas que se rigen bajo los cánones impuestos por la Ley Federal suiza para privacidad y transparencia de la información.
En el Reino Unido, David Cameron aseguró que si ganaba las elecciones daría a los servicios secretos más competencias para espiar las comunicaciones privadas a fin de prevenir el terrorismo. La nueva norma obligaría a los servicios de comunicación a ceder a las autoridades las comunicaciones de sus usuarios y bloquearía a aquellas que por el uso del cifrado no pudieran atender a estos requerimientos.
Después de que el exanalista de la agencia de seguridad estadounidense NSA Edward Snowden revelara programas secretos de espionaje masivo de los Gobiernos británico y de EEUU, servicios como WhatsApp, Telegram o iMessage decidieron cifrar todas las comunicaciones entre sus usuarios para impedir que los ciudadanos vieran violada su intimidad.
Camerón, a pesar de la oposición de organizadores de defensa de los derechos, la opinión pública y los liberaldemócratas, anunció que "si soy elegido primer ministro, me aseguré de que haya una legislación bien completa que garantice que no permitimos a los terroristas tener un espacio seguro para comunicarse entre ellos".