El Mundo dice que "Díaz promete a Ciudadanos menos impuestos y a Podemos más gasto". Y te bajo la luna, ¿para cuándo has dicho que la quieres? Dice el editorial que el discurso de ayer fue "buenista, deslavazado y sin coherencia" porque tenía que "contentar a dos partidos de vocación tan diferente como Ciudadanos y Podemos". "Lo que hizo fue aceptar parte de las propuestas de Ciudadanos y Podemos descafeinando algunas e intentando dar gato por liebre en otras", a ver si colaba. "La política pierde su fundamento de servicio público cuando se fija como principal objetivo el poder, o su conservación a cualquier precio. Díaz no tiene reparos en jugar con las aspiraciones de Podemos y Ciudadanos, como ya hiciera con las de IU, para resistir en la Junta aun a costa de los intereses de los andaluces". ¿Y cuáles son los intereses de los andaluces, si puede saberse? Porque lo que es votar, han votado a Susana Díaz.
Y mientras esto sucede Despeñaperros abajo, el PP anda por ahí con su "supermercado electoral" a cuestas, dice Lucía Méndez. "Cada uno elige el producto que le da la gana para presentarse ante sus electores", dice en referencia a la última ocurrencia de Monago de hacer una consulta popular sobre la lista más votada. "No sabíamos que el PP era aficionado a las consultas populares. Nunca es tarde si la dicha es buena. Preguntar a la gente puede estar bien. Lo que no vale es acusar a todos los partidos de demagogia, caos y populismo cuando proponen consultar al pueblo y aplaudir a uno de los suyos cuando hace lo mismo". Muy bien dado ese sopapo, Lucía.
El País dice que "el PP estudia un modelo electoral que refuerce los grandes partidos" y "apoya un sistema de doble vuelta". "Susana Díaz adelantó la idea" ahora que le ha visto las orejas al lobo. Como ya no tiene a IU para marimandonearles. El editorial dice que quietos paraos, que haya orden, que "una reforma electoral merece un debate a fondo y no la difusión de ideas apresuradas. La gobernabilidad y la estabilidad son asuntos demasiado serios como para someterlos a una subasta de ocurrencias". Vamos, que se cree una comisión o un comité se sabios que se tire varios años dándole vueltas al tema y cobrando un pastón para no llegar a nada. Sobre Andalucía, uno de esos titulares desternillantes con los que nos sorprenden los redactores de El País-Andalucía que deben creerse que esto es Canal Sur. "Díaz toma la iniciativa anticorrupción en su discurso de investidura". Jua, jua, jua, la heredera de la corrupción socialista liderando la iniciativa anticorrupción, esa sí que es buena.
Luis Barbero dice que "el PSOE andaluz, acostumbrado a ejercer el poder dejando escaso margen para el diálogo, está cortejando de forma clara a Podemos y Ciudadanos para permitir que se forme gobierno cuanto antes". Que se vaya preparando Susana, porque esa vez "el PSOE tendrá que gobernar en un escenario inédito en el que la cultura de diálogo deberá ser una realidad y no una frase hecha para la galería. Las esperanzas del PSOE para formar gobierno pasan por Podemos y Ciudadanos, que están demostrando que no quieren ser unos convidados de piedra y que han llegado a las instituciones para ser decisivos". Susana Díaz dialogar. Con lo acostumbrada que está al ordeno y mando, le va a costar sudor y lágrimas.
"Susana Díaz emprende el camino a la presidencia", dicen en un brillante y agudo titular ABC. "La candidata del PSOE intercala concesiones a Ciudadanos, Podemos y PP en su discurso ante el Parlamento andaluz, que hoy rechazará su investidura en primera votación". Bieito Rubido, defensor a ultranza del bipartidismo, hoy dice que "los pactos son la mejor expresión de la vida en democracia" y aplaude a rabiar "el pacto o los pactos" en Andalucía. "Algo parecido sucederá en las próximas municipales y autonómicas", dice en éxtasis. En la página de enfrente, José María Carrascal le lleva la contraria y dice que eso de tener que pactar, y encima con partidejos como Podemos o Ciudadanos, es un fastidio. "Darle el poder a Podemos es como dar a un niño una pistola cargada para jugar. En cuanto a Ciudadanos, bastante más avispados, ha preferido el papel de buenos chicos, sin enfrenarse con nadie, que es la mejor forma de engañar y engañarse", acusa tan fresco. "La política es una cosa muy seria, muy dura, muy desagradable sin que Albert y sus chicos nos hayan mostrado hasta la fecha que posean esas cualidades". Este Carrascal está ya mayor. Pero hombre, ¿no sabes que Rivera lleva en el Parlamento catalán un montón de años? Sabrá él que la política es dura y desagradable teniendo que vérselas con los independentistas. Seguro que mejor que tú, querido Carrascal. En cuanto a apoyar a PP o a PSOE, tampoco le parece bien. "Acostándose con uno o con otro de los grandes, como va a hacer en Andalucía, no se solucionan los problemas de España. Se prolongan con la coartada de una falsa estabilidad y una peor gobernabilidad". ¿Y tú qué sugieres? Se ha levantado cascarrabias, Carrascal.
La Razón dice que "Díez pacta en Andalucía lo que Sánchez no apoyó en el Congreso". "Las medidas contra la corrupción coinciden con el plan de regeneración de Rajoy". Qué coincidencia, oye. Y además ninguno de los dos se lo cree. Toni Bolaño explica a qué ha podido deberse este fenómeno. "El teléfono rojo del secretario general del PSOE no tiene quien le llame. Susana Díaz no lo hace y tampoco Sánchez descuelga". Será un problema de cobertura. Marhuenda nos cuenta en El Submarino que en el PP están en un sinvivir con Andalucía. "Ante el temor de unas nuevas elecciones en el PP surgen voces que apuestan por la abstención. El mensaje a sus votantes es claro: hay que garantizar como sea la estabilidad y no despilfarrar. Javier Arenas se lo está pensando" y en Moncloa "de momento, guardan silencio". ¡Qué partido, por Dios! ¿Pero no tienen bastante con la que se les avecina para estar preocupándose por algo que ni les va ni les viene? Que Susana se saque las castañas del fuego.