Albert Rivera no ha actualizado en todo el lunes su perfil de Twitter, y eso es noticia. Los dos últimos mensajes que dejó el domingo el líder de Ciudadanos fueron respuestas a seguidores sobre la actuación de su partido en Andalucía, que oficialmente en nada ha cambiado tras el discurso de investidura pronunciado por Susana Díaz, como explicaba a los medios tras el mismo el líder regional, Juan Marín: "No ha sido un discurso lo suficientemente sustentado como para poder cambiar nuestro posicionamiento". Es decir: un NO seguro a la primera votación de mañana y otro, salvo que cambien las cosas, en la segunda y definitiva, que de finalizar sin éxito podría abocar a otra convocatoria electoral en Andalucía.
@ScSalva y yo,por eso estaremos en la oposición 4 años para intentar que el PSOE no vuelva a ganar como ganó el 22M. Saludos.
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) Mayo 2, 2015
Rivera sabe de lo delicado de la operación de acercamiento al PSOE, que ha avanzado de manera muy importante este fin de semana pero que este mismo lunes enfriaba, en una entrevista con los informativos de esRadio, su hombre de máxima confianza, el vicesecretario general, José Manuel Villegas: "Para apoyar la investidura nos tendríamos que poner de acuerdo en políticas económicas, sociales y de regeneración democrática que suponen un giro de 180 grados a lo hecho en Andalucía los últimos treinta años". Villegas, hombre curtido ya en muchas negociaciones, incluida la que tuvo lugar con UPyD en otoño, traslada la presión al campo socialista: "No nos ponemos límite temporal, no tenemos ninguna obsesión porque el acuerdo llegue esta semana".
Villegas estuvo este fin de semana en Sevilla, donde se reunió durante más de dos horas con los responsables del PSOE, y el martes estará en la capital hispalense, siguiendo muy de cerca lo que ocurra en el Parlamento andaluz, el secretario de organización de Ciudadanos, Fran Hervías, granadino de nacimiento. La cúpula de Ciudadanos no quiere dejar nada a la improvisación en unos días en que se juega su credibilidad como proyecto nacional con un reto difícil: ser lo suficientemente responsable como para impedir una situación de inestabilidad institucional y la convocatoria de una nuevas elecciones en Andalucía y, al mismo tiempo, no pecar de ingenuidad ante uno de los dos grandes partidos de España, al que ya han logrado arrancar la defenestración de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán.
Ciudadanos quiere mucho más de Susana Díaz en materia económica, particularmente en lo referente a los autónomos y al combate del fraude en la formación, aunque ni siquiera está cerrado el pacto anticorrupción que el fin de semana provocó un eufórico comunicado a los afiliados, calificándolo de "histórico". El propio Villegas lo reconocía en esRadio: "Tenemos que afinar la redacción". Fuentes de la Ejecutiva se muestran más tajantes: "No está cerrado".
El primer NO, el de mañana, es seguro, el de la segunda votación va oscilando en la mente de los dirigentes de Ciudadanos.