En la sede de Ciudadanos en Madrid se trabaja sin descanso. En una larga mesa ubican sus portátiles los responsables de prensa y los dos candidatos, el autonómico Ignacio Aguado, que viene de un debate, y nuestra entrevistada. Begoña Villacís (Madrid, 1978) tiene palabras atentas con todo el mundo y se somete con disciplina y amabilidad al posado para la cámara de David Alonso.
Se habla mucho de Ciudadanos como partido de aluvión, al que está llegando mucha gente ante las buenas perspectivas electorales. ¿Cómo llegó usted?
Como todos aquí, intentando compatibilizar nuestra vida profesional, la familiar, el ser madre en mi caso, y al mismo tiempo intentando aportar a la sociedad. En otoño empecé a colaborar de manera voluntaria en pequeños trabajos jurídicos, mi vida empezó a cambiar y finalmente decidí dar el paso. En mi caso es una transición lógica, pues estoy acostumbrada a defender derechos de personas y veo leyes muy imperfectas, malas técnicamente, como las que se han aprobado en Madrid. Creo que puedo aportar mucho en ese sentido, por eso me presenté a las primarias y fui votada por los afiliados, como las cuatro siguientes personas en la lista. Nunca he estado afiliada ni he cobrado un sueldo público.
Las encuestas les sitúan como una de las primeras fuerzas del Ayuntamiento de Madrid y con la posibilidad incluso de decidir el próximo alcalde. Usted habló primero de que debía gobernar la lista más votada pero luego lo ha matizado.
Nosotros no tenemos complejos para pactar con nadie. Es más: consideramos que es necesario que el día 25 se abran vías de dialogo entre todas las fuerzas políticas, eso implica capacidad de negociación y saber ceder, siempre en bien de los madrileños. Nosotros queremos la alcaldía, pero si no ganamos estaré en la oposición, no necesito ninguna concejalía ni voy a pactar por eso.
Esta política de no entrar en gobiernos, que ha expresado públicamente Albert Rivera, ¿tiene que ver con el calendario electoral, con las generales a final de año?
No. No se puede proponer cambio y regeneración y traicionar esos principios a la primera oportunidad.
¿Cuál es el matiz entre apoyar parlamentariamente a un gobierno o colaborar con él?
La diferencia es sustancial. Nosotros no nos entregamos a una formación, sino a pactos sobre reformas que tengamos comprometidas en nuestro programa con los madrileños.
Según las encuestas las dos fuerzas más votadas en la capital seguirán siendo el PP y el PSOE…
[amplia sonrisa] Según las encuestas nosotros no hemos dejado de subir.
Eso es verdad. Pero digamos que si se celebrasen hoy las elecciones habría dos personas con posibilidades de ser elegidas alcalde: Esperanza Aguirre y Antonio Miguel Carmona. Aguirre, en contra de varios de sus compañeros de partido, ha hablado con respeto de ustedes, incluso elogiosamente. Carmona les tilda de "derecha civilizada" y llegó a insinuar un pacto.
Lo tuvieron que desmentir, porque no hemos hablado nada con el PSOE. Tengo buena valoración de los dos, tienen trayectoria. Carmona es encantador, le conozco además porque es amigo de mi padre. Tampoco tengo nada en contra de Esperanza. Las diferencias son políticas, nosotros queremos la regeneración, de verdad. Buscaremos los puntos programáticos en común: la bajada fiscal, que la llevan tanto el PP como el PSOE, las escuelas infantiles lo lleva el PSOE, en esas cuestiones pactaremos, pero sin entregas. Insisto: si no ganamos no gobernaremos.
En Andalucía, que es el primer banco de pruebas de la política de alianzas que viene, Ciudadanos y Podemos han puesto una primera exigencia que tiene nombres y apellidos: Manuel Chaves y José Antonio Griñán…
No sólo eso…
Ya, pero es un requisito principal para sentarse a negociar. ¿Cuál sería esa condición principal en Madrid?
En Andalucía también les hemos enviado nuestro decálogo contra la corrupción, esa será la condición sine qua non pero ya le adelanto que es muy exigente y que difícilmente lo firmarán. Es un pacto de máximos, reconozco que es incluso exagerado, pero entendemos que la sociedad necesita ahora ese tipo de gestos.
Dice que es excesivo, no sé si en concreto el punto que habla de la responsabilidad civil subsidiaria de los partidos en los casos de corrupción.
Cuando hablamos de una responsabilidad subsidiaria se tienen que haber agotado las vías para cobrar lo estafado al corrupto. Mire, los partidos tienen una gran responsabilidad sobre las personas a las que eligen, mucho más cuando no es por procedimientos abiertos como las primarias. Existe la 'culpa in vigilando' que es a lo que en toda empresa privada se le está exigiendo al administrador. No entiendo por qué los partidos tenemos que tener un nivel de exigencia menor. La desconfianza de los ciudadanos es muy grande, y exige gestos firmes.
Se dice que en la Comunidad de Madrid hay desigualdades, pero también las hay en la capital.
Sí, absolutamente. Mire la M-30 es la barrera infranqueable. Por eso todas las políticas de Ciudadanos van en la línea de paliar esas desigualdades. Si hablamos de transporte público, hay líneas de autobús que son deficitarias y si, como se rumorea por ahí, se privatizasen, cabe preguntarse si se dejaría de prestar ese servicio. Nosotros creemos que los lugares más desfavorecidos son los que más ayuda necesitan. Muchas veces no tienen las escuelas infantiles, de 0 a 3 años. Eso afecta a la igualdad de oportunidades, también entre hombres y mujeres, porque al final son las madres las que se tienen que quedar con los niños. Pero es que además se llega al extremo de que existe malnutrición infantil, parece mentira en una capital europea. Hay viente mil niños que no pueden alimentarse y eso va a condicionar su vida para siempre. También están las víctimas de los desahucios. De todo ello hablamos en el programa, estamos convencidos de que el dinero invertido en rescatar a alguien de la marginalidad estará siempre bien empleado, porque volverá a ser productivo. Mucho mejor que cosas como la famosa red 6.000, esos asesores y puestos de confianza que han inflado el actual Ayuntamiento.
Desde la izquierda alguien puede decirle que esa desigualdad no se puede combatir con bajadas de impuestos como las que usted propone.
Para nada, estamos hablando del IBI. El madrileño está asfixiado a impuestos. El IBI ha subido un 40% desde 2008, cuando la gente tiene menos recursos. El PP ha sido insensible a esa realidad. Es un impuesto ciego, que grava tu situación económica de cuando compraste el piso, pero no la actual. La existencia de una deuda no justifica nunca un impuesto injusto. Ya lo he dicho antes, el Ayuntamiento de Madrid tiene mucha grasa que sobra, y ahí es donde hay que recortar. Hay puestos de confianza con sueldos de, como mínimo, 50.000 euros. Nosotros los eliminaremos.
¿Qué le parece la propuesta de Esperanza Aguirre sobre los mendigos?
Me incomoda mucho que sean vistos como una molestia y no como personas. Me parece que el sentido humanitario debe guiar toda acción política.
La candidata del PP argumenta que hay gente que duerme en la calle porque rechaza hacerlo en los albergues sociales.
Ha que examinar cada caso, cada mendigo tendrá su situación. Deben ser amparados por la administración y hay fórmulas. Por encima de todo, como le digo, debe estar el punto de vista humano. Los albergues funcionan muy bien, por ejemplo el de Príncipe Pío, aunque habría que mejorar la flexibilidad de los horarios, que son demasiado rígidos.
Los mendigos no son el problema, son un síntoma de la realidad.
¿Cuántas veces ha cogido una bicicleta de las que se alquilan ahora en la calle?
Yo tengo mi propia bici.
¿Pero la utiliza por el centro?
Cuando voy en tacones no [risas]. Ahora hay un blog que se llama enbicipormadrid en el que me van a trazar una ruta entre toda la gente que esté interesada. Supongo que me harán subir la Cuesta de San Vicente y luego ir por la Gran Vía, pero no me importa.
¿Cuántas veces ha maldecido a un parquímetro?
Unas cuantas. En esto siempre digo una cosa: si usted y yo y la mayoría de quienes lean esta entrevista y tengan coche han sido multados alguna vez, debe ser que algo está mal. La norma está mal, porque no es flexible, no es que los ciudadanos tengamos mala conducta. Hay gente que se dedica a las reformas y tienen que estar aparcados horas en el mismo sitio. Tenemos una medida puntera sobre segunda oportunidad en las multas. Me pregunto por qué las leyes están en la parte presupuestaria y no en la de educación y civismo. Cuando se sanciona a la gente se busca un cambio de conducta, pero la intención que tienen es aumentar la recaudación. Por eso Ciudadanos quiere bonificar al 90% la primera multa. Es un paso para que el madrileño no se sienta ordeñado y acosado.
Carmona pide recuperar la movida madrileña y dice que la noche de la ciudad está "de capa caída".
Está ciudad sigue siendo divertida, no para quien como yo tiene dos niñas y ya no está mucho por el tema [risas]. Si somos conocidos fuera por el Real Madrid, la movida y el Museo el Prado sólo en tercer lugar, lamentablemente. Es cierto que la noche ha decaído un poco, pero seguimos teniendo una oferta muy competitiva.
En cuanto a la movida, tuvo cosas muy buenas pero también malas. Habría que recuperar una movida más sana.
Me preocupa más, como le digo, que Madrid siga siendo un referente cultural.
Ha citado al Real Madrid, ahora se habla mucho, ustedes lo hacen, de capitalismo de amiguetes y siempre sale el Palco del Bernabeu.
Es un ejemplo, yo no sé si se cierran negocios ahí. Lo que no puede ser es que un país haga prevalcecer los pactos entre amigos frente al I + D + I o el talento de quienes por desgracia se han tenido que ir fuera de España a probar fortuna.
Entre el chotis, los callos y el barquillo ¿qué elegiría como elemento identitario de la ciudad?
[risas] El chotis.