El presidente de Mediapro, Jaume Roures, ha cargado con dureza contra el Grupo Prisa y ha asegurado que han "sufrido mucho" con las denominadas guerras del fútbol entre ambos grupos mediáticos porque "hay cosas que se han hecho mucho en este país que es intimidar a la gente con las portadas de El País".
"Hemos estado en negociaciones de fusión una vez, no sé si en serio. Yo creo que hubiese sido la mejor solución para ellos, para nosotros y para el audiovisual de este país. Creo que no se llevó a cabo por razones que no tienen que ver con las empresas sino con las personas o los personajes. Sólo hay que ver lo que publicó El País en diciembre sobre nuestras cuentas y mis supuestas cuentas en paraísos fiscales", dice Roures.
"Hemos hecho una serie de reclamaciones de derecho a la rectificación, querellas criminales y una reclamación a la federación de periodistas", denuncia el presidente de Mediapro. "En uno de esos juicios de rectificación, Prisa apareció con el documento teórico al que se refería. No tenía ninguna referencia. Era un un invento de una cosa que se ha hecho mucho en este país, que es intimidar a la gente con las portadas de El País", ha afirmado Roures en un desayuno del Foro de la Nueva Comunicación, organizado por Nueva Economía Fórum.
El empresario ha dicho que han "sufrido ampliamente eso", hasta que el Tribunal Supremo les dio la razón después de siete años y medio de litigio y ha resaltado que Mediapro "tiene fama de no pagar, pero los que no pagan son ellos", algo por lo que tuvieron que solicitar el concurso de acreedores. "Lo hemos sufrido nosotros y nuestras familias. Hubo una portada en la que incluso hablaban de 'imputados por estafa'. Lógicamente no fuimos imputados por estafa, pero es esa impunidad que ha habido en este país. En algunos sectores persiste aún ese miedo a las portadas de El País. No es sano periodísticamente ni socialmente, creo que esto forma parte de la decadencia de Prisa", añade.
Por último, Roures ha lamentado que el diario de Prisa "ya no es el que todos hemos conocido, respetado y leído y ahora deja mucho que desear". "El problema de El País ya no es a quién apoya, porque cambia cada día, sino que como periódico, como producto periodístico, da bastante pena. No es el gran periódico que ha sido durante años y años y que respondía a un grupo de comunicación que era un orgullo de España en el mundo. Esto ya ni existe ni desgraciadamente volverá a existir", ha añadido.