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Las claves del caso López Aguilar

Cronología y versiones de López Aguilar y de su exmujer sobre el supuesto caso de malos tratos.

1997. Juan Fernando López Aguilar (entonces catedrático de Derecho Constitucional) y Natalia de la Nuez (Natacha, como la conocen en su entorno) se reencontraron e iniciaron una relación, según relata La Otra Crónica de El Mundo. Natalia ya tenía dos hijos fruto de otras dos relaciones distintas.

2004. Natalia y Juan Fernando López Aguilar se casan discretamente y por lo civil.

2008. Nacen los dos hijos del matrimonio. Son mellizos.

Hacia finales de 2014. López Aguilar abandona el domicilio familiar y, según su testimonio, alquila un apartamento.

10 de enero de 2015. Gorka, hijo de Natalia de la nuez, (fruto de una relación anterior) interpuso una denuncia ante la Policía acusando a su padrastro, López Aguilar, de haberle dejado un ojo morado a su madre. Un día después, retiró la denuncia a instancias de su madre y emitió un comunicado en un medio de comunicación canario descargando de cualquier responsabilidad a López Aguilar. Natalia de la Nuez ha declarado a El Mundo que su hijo "se equivocó porque realmente me tropecé al perseguir a mis niños y por eso le pedí que retirase la denuncia". Por su parte, Gorka confiesa al mismo periódico que el propio López Aguilar y su equipo supervisaron el comunicado que envió al medio canario para exculparlo.

6 de marzo de 2015. Los vecinos del domicilio de Natalia de la Nuez, en Las Palmas, alertan al servicio de emergencias 112 de que hay un incendio en casa de Natalia. Acuden la Policía y los Bomberos que encontraron a Natalia "desorientada y con olor a alcohol", según el atestado Policial.

28 de marzo de 2015. Los vecinos de Natalia alertan a la Policía y los Bomberos de un nuevo incendio en la vivienda de Natalia que, de nuevo, aparece desorientada y con olor a alcohol. Los niños estaban dormidos en la vivienda.

6 de abril. La juez María Auxiliadora Velázquez, titular del Juzgado de Violencia sobre las mujeres número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, toma declaración a Natalia de la Nuez. La exmujer de López Aguilar acude al juzgado para declarar a raíz de la investigación que inició la Policía tras atender los dos incendios consecutivos en su vivienda y recoger los testimonios de sus vecinos en un informe. Vecinos que relataron "de forma espontánea", según dice al propia juez, "la existencia de hechos que podrían ser constitutivos de ilícito penal donde aparecería la señora Natalia de la Nuez y sus dos hijos como perjudicados".

7 de abril. La Juez emite el auto y eleva el caso al Supremo, dada la condición de aforado de Juan Fernando López Aguilar, por ser eurodiputado. Según dicho auto, "parece desprenderse indiciariamente que los hechos relatados pudieran ser constitutivos del tipo penal 173.1 y 153.1 y 3 del Código Penal" (trato degradante y falta de menoscabo psíquico o lesión cuando la ofendida es la pareja del agresor, así como la agravante de que los hechos se perpetren en presencia de menores o en el domicilio de la víctima).

Ese mismo día, trasciende a los medios de comunicación que López Aguilar solicita la suspensión de militancia del PSOE por tener que declarar ante al Supremo. A partir de ese momento y en los días posteriores se produce un constante cruce de declaraciones. López Aguilar se vale de su posición como político y personaje conocido: emplea el Congreso de los Diputados para proclamar su inocencia en diferentes medios de comunicación. Natalia, su exmujer, ofrece también su propia versión de los hechos en distintos periódicos.

La versión de López Aguilar

Este sábado, La Otra Crónica de El Mundo publicaba las diferentes versiones que han ofrecido y ofrecen tanto López Aguilar como Natalia de la Nuez sobre la acusación de malos tratos que pesa sobre el exministro. Unas declaraciones que han ido subiendo de tono a lo largo de la semana.

El socialista sostiene su inocencia y atribuye el motivo de la ruptura a que "surgió otra relación". Según cuenta a LOC, "ella ha sido feliz en el matrimonio y estaba orgullosa de ser mi mujer hasta que surgió otra relación y enloqueció". Ahora, siente que su exmujer ha "mancillado" su reputación y atribuye el comportamiento de su mujer a una "venganza" por despecho. López Aguilar afirma que lleva "más de un año recibiendo amenazas de que si seguía adelante con el divorcio me iba a hundir y destruir. Todo mi entorno personal y profesional ha sido testigo de este calvario".

Acusa a su mujer de cometer un delito al quitarle del móvil una fotografía de su amante y reenviarla. "Interceptar comunicaciones privadas, incluso en la convivencia, es delito", dice el exministro.

Según su relato, abandonó el domicilio familiar "hace siete meses" y se alquiló un apartamento. Ante los testimonios de los vecinos de Natalia, López Aguilar argumenta que "lo único que pueden testificar es que me han visto irme de allí para evitar el conflicto, a veces insultado por ella, que no quería que me fuera".

Aquí es donde López Aguilar lanza su dardo envenenado. Según cuenta a LOC "hay un problema judicial, porque es a ella a la que han tenido que aporrear la puerta. Se han producido dos sucesos gravísimos de los que no se me informó. Ella es quien tiene que explicar por qué hay dos incendios. Si en lugar de ella hubiera sido yo el que estaba en el domicilio en la misma situación que se la encontró a ella me hubieran detenido al momento". Tapar esta situación es lo que Natalia intenta, según la versión de López Aguilar, acusándole públicamente de ser un maltratador.

También se defiende de las declaraciones de su exmujer y de su excuñada en el Juzgado, donde ambas hablan de agresiones y malos tratos. Dice López Aguilar que "se me advirtió muchas veces de que si yo iba adelante con el divorcio me iba a hundir y destruir. Tengo muchos testigos de esas frases". E insiste: "Todas las barbaridades que ha hecho para intentar chantajearme, para que no me fuera de casa, todo tenía como finalidad, según decía, proteger a mi familia. Para ella que se destruyera era lo más inmoral del mundo. 'Vas a pagar por ello, no te vas a salir con la tuya' me decía".

Finalmente, asegura que "todo el que tiene acceso a la verdadera historia familiar sabe lo que hay detrás. Lo que no voy a hacer es airearlo en los medios, sino ante el tribunal".

La versión de Natalia de la Nuez

La versión de Natalia de la Nuez y la de López Aguilar coinciden en el suceso que desencadenó la ruptura, la aparición de otra mujer en la vida del ministro (hace año y medio), aunque ella insiste -en su declaración en el Juzgado, según El País, y en su confesión a LOC- que ha sufrido maltrato físico y psicológico por parte de López Aguilar desde el año 2000 y añade que su "familia ha visto las lesiones al día siguiente".

Natalia relata cómo descubrió la infidelidad de su marido. Fue cuando estaban en su apartamento del sur de Las Palmas. Escuchó a su marido hablar por teléfono y decirle a otra persona "pero tú me quieres o no me quieres, estoy harto de que no te aclares". Según su testimonio, encontró "facturas sospechosas" de hotel y consiguió averiguar de quién se trataba. Alguien a quien conocía bien. "Lo que le atrajo de ella es que tenía diez años menos que yo y un cuerpo estupendo", dice.

"Esa mujer sin escrúpulos me hizo hacer cosas estúpidas como mandarle mensajes pidiéndole que se alejase de mi familia". Ya nada fue igual, dice Natalia, "tras darle muchas oportunidades y ver que no cumplía su promesa de dejarla, decidí divorciarme. Él me planteó seguir con el matrimonio si le permitía excursiones con otras mujeres". Fue entonces cuando "Juan se volvió más agresivo. Como no tenía argumentos para defenderse, me agredía. Lo hacía cada vez que le reprochaba que me había sido infiel, una palabra que él odiaba. Incluso me llegué a enfrentar a esa tercera persona", cuenta Natalia.

"Yo siempre trataba de tapar a mi marido, de decir que las magulladuras habían sido producto de accidentes domésticos", dice ella para explicar por qué no han aportado ninguna prueba en sus declaraciones a la Policía.

Sobre sus hijos, añade: "Me duele verle decir que no estoy preparada para cuidar a mis hijos cuando él no les ha dado ni un puré en cinco años. Por su trabajo, no ha tenido tiempo para preocuparse de ellos".

También se refiere a los atestados policiales que hablan de que estaba bebida cuando sucedieron los dos incendios: "Yo no estoy depresiva. He ido al psicólogo, pero no tengo problemas con el alcohol. El día en que llegó la Policía no estaba bebida. Estaba durmiendo con los niños".

Finalmente dice que "yo no me estoy vengando de Juan. Yo no lo he denunciado. Su infidelidad fue una traición que no me esperaba, pero estoy deseando que sea feliz con la otra mujer para que ya me deje en paz".

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