Francisco Sosa Wagner, el primero en abandonar UPyD después de pedir el pasado verano una negociación con Ciudadanos, ha analizado en esRadio la crisis que vive el que fuera su partido, por cuyos afiliados ha dicho sentir mucho afecto: "No tengo más que palabras de agradecimiento, me eligieron candidato a las europeas en primarias y luego fue Rosa Díez, por su capricho personal, quien me quitó de jefe de delegación en la Eurocámara".
Preguntado por Irene Lozano, quien ahora se postula como líder de la formación magenta con un discurso favorable a la unión con los de Albert Rivera, Sosa Wagner no olvida la actitud que tuvo con él: "Ella fue muy dura, no es verdad que luego rectificase. Simplemente dijo que se había pasado en algún adjetivo. Lamento no estar viendo la mejor cara de algunos seres humanos, lo digo de esta forma piadosa".
El que fuese dos veces cabeza de lista por UPyD a las europeas augura el próximo fin del partido aunque aboga porque se mantengan sus principios: "Yo espero que las propuestas tan importantes que hemos hecho estos años no se pierdan, pero se perderán las siglas. La situación es muy delicada. Los que están en Madrid son unos generales que se van a quedar sin oficiales y sin tropa".
Como conclusión, Sosa Wagner ha reivindicado el diagnóstico político que hizo en agosto y que supuso, a la postre, su abandono de las filas magenta: "Yo no creo que a los españoles les interesen los enfrentamientos internos, sean con Lozano, con Díez o con Carlos Martínez Gorriarán. Lo importante, y es lo que yo defendí, es que haya una opción de centro para los españoles, alejada de los populismos y de quienes quieren acabar con España. Se trataba de una debate exclusivamente político".