La célula yihadista desarticulada este miércoles en Cataluña tenía la intención de cometer un atentado en esta comunidad, aunque ya no suponían ningún peligro porque llevaban trece meses controlados por la policía, según ha informado en rueda de prensa el consejero de Interior, Ramon Espadaler.
Espadaler ha asegurado que se trataba de una célula "operativa, con voluntad contrastada de atentar en Cataluña", que se dedicaba también a captar a jóvenes islamistas para radicalizarlos en el yihadismo, así como a enviarlos a combatir con el Estado Islámico en Siria e Irak.
La operación policial la han llevando a cabo los Mossos d'Esquadra por orden del Juzgado Número uno de la Audiencia Nacional y se han realizado un mínimo de 10 detenciones y 13 registros en Barcelona, Terrassa, Sabadell, Sant Quirze del Vallès y Valls con la participación de 360 agentes de la Policía catalana.
El operativo ha empezado de madrugada en el barrio de Ca n' Anglada de Terrassa, donde se han hecho varios registros, y la policía se ha llevado detenido a un hombre de un inmueble del número 232 de la Calle Crispí y a otro del número 73 de la calle Doctor Aymerich y Gilabertó.
La destacable presencia de furgonetas de la Brigada Móvil, coches patrullas y agentes de los Mossos fuertemente armados, que han cortado las calles situadas junto a los domicilios registrados, han generado una gran expectación y curiosidad entre los vecinos de la zona.
"Hacia las cuatro y media de la madrugada hemos empezado a oír ruidos y hemos visto que la policía entraba en el bloque a buscar alguna cosa", ha explicado Joan Grifoll, vecino del edificio de la Calle Crispí y que lleva 43 años viviendo en el bloque. "Hace años que la gente va y viene en estos pisos de aquí y ya casi no conoces a nadie, pero pensar que algo que siempre ves por televisión ahora lo vives en tu casa impacta mucho"", ha añadido Grifoll.
En Terrassa, la policía de la Generalidad también ha realizado registros durante toda la mañana en la calle Núria, la avenida 22 de Juliol, la calle Maó, la calle Roig Ventura y la Avenida de Barcelona, todos ellos con una fuerte presencia de agentes de los Mossos d'Esquadra.