El objetivo que se pusieron el Ministerio del Interior y la Dirección General de la Policía al principio de la legislatura, de dotar de un chaleco antibalas y antitrauma a todos los agentes de la Policía Nacional que cumplen su servicio en la calle en tareas de seguridad ciudadana, está cumplido. Este miércoles ha comenzado la entrega de los últimos 6600 chalecos, que terminarán de ser repartidos a lo largo de esta la semana.
La institución policial encargó en 2013 un total de 21.126 de estos chalecos, con un coste de 6,5 millones de euros, que comenzaron a ser repartidos ese mismo año, en el que fueron entregadas 7.926 unidades. El pasado 2014 se entregaron a los agentes de la Policía Nacional otras 6.600 unidades de chalecos antibalas y antitrauma, y en estos últimos días se han recibido las restantes 6.600 unidades.
Del total de chalecos, 18.678 estarán destinados a los 18.597 efectivos reales en áreas de seguridad ciudadana, como los Grupos de Atención al Ciudadano (GAC), los Grupos Operativos de Respuesta (GOR), las Unidades de Prevención y Reacción (UPR), las Brigadas Móviles o a los destinados en protecciones dinámicas y traslado de detenidos. Otros 2.448 chalecos quedarán en el Servicio de Armamento a disposición de situaciones especiales y nuevas necesidades.
Los chalecos protegen ante el impacto de proyectiles y armas blancas. "Se trata de chalecos de uso individualizado y dotados de la máxima innovación en términos de seguridad", ha dicho el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que ha destacado que "cuentan con el nivel de protección más elevado ante distintos calibres, cuchillas y punzones", además de "estar diferenciados de acuerdo a las fisionomías femenina y masculina".
Este elemento de protección está formado por un conjunto de láminas a base de fibras sintéticas de alta resistencia y tenacidad de base aramida e hidrofugadas. Las fibras que conforman el paquete balístico son resistentes al calor, al frío y al agua, manteniendo sus propiedades entre los 100 ºC y -30 ºC. Además son resistentes al fuego y no comenzarán a carbonizarse antes de los 200 ºC. Con un peso de entre 1,3 kg y 1,7 kg dependiendo de la talla (de la XXS a la XXXL), tienen un fecha de caducidad de 10 años, aunque se harán test de comprobación cada dos años, para certificar que siguen funcionando en perfecto estado.
Fernández Díaz, que ha estado acompañado por el director de la Policía, Ignacio Cosidó, ha destacado que "este programa se enmarca dentro de las obligaciones del Ministerio del Interior de proveer a los policías de los recursos materiales necesarios para el ejercicio de sus funciones" y que, a partir de ahora, "van a disponer de un equipo individual que les permitirá minimizar los riesgos que afrontan en su labor cotidiana de garantizar el libre ejercicio de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos".
"Avanzamos en lo que puede calificarse como una prioridad máxima para el Ministerio del Interior como es garantizar la seguridad de los policías haciendo todo lo posible para que quienes nos protegen a todos y nos permiten vivir con seguridad y en libertad se sientan más protegidos y seguros. La seguridad individual de los policías es una necesidad", ha añadido el ministro del Interior.