El Mundo lleva la tercera encuesta de Sigma Dos, que dice varias cosas. Que "Ada Colau ganaría en Barcelona pero tendría casi imposible gobernar". Que "PSOE y PP empatan en el ayuntamiento de Sevilla". Y que "PNV volvería a rozar la mayoría absoluta en Bilbao". Pues va a ser el único partido abuelete que quede con vida. Casimiro pide grandeza, mucha grandeza. "Y esto no es otra cosa que su capacidad para alcanzar pactos renunciando a los propios maximalismos y para anteponer así el interés de los ciudadanos en la gobernabilidad de los poderes públicos frente a las estrategias cortoplacistas". Qué cosas tan bonitas dice este hombre. Dice que lo de Barcelona va a ser la casa de tócame roque porque "al eje izquierda-derecha se le superpone el independentista de CiU y ERC". Un sin Dios. Y de los chicos nuevos habrá que esperar a ver "si Ciudadanos se comporta como el partido transversal que pretende ser, si aparecen pinzas contra natura o si se atisba algún indicio de gran coalición".
A Anson le parece una gran idea convocar a la Junta Directiva Nacional, algo así como la nobleza del PP, los altos cargos -600, nada menos-. Según Anson acuden a palacio a la llamada de su señor para "reconducir la situación". "La Junta Directiva Nacional podría reafirmar el éxito del presidente en la economía y modificar su estrategia en la política". ¿Modificarle? ¿A Rajoy? Esa ha sido buena, Anson.
El País dice que "Rajoy impone una tregua en el PP hasta después de las municipales" pero como ellos no son del PP con ellos no va y siguen metiendo cizaña. "Los afines a Cospedal denuncian maniobras en su contra". Cospedal "ha sido muy cuestionada". "Las advertencias de Cospedal. Del malestar con Arenas al reproche a la vicepresidenta", pincha que te pincha. Ernesto Ekaizer le dice a Rajoy que no se engañe, que "tiene el partido hecho unos zorros. Cuando hablas con algunos miembros de la dirección del partido en privado es como si asistieses a una sesión de terapia. No entienden cómo han llegado a esta situación". Miguel Ángel Aguilar, menos cándido que Anson, se huele que la Junta Directiva van a ser "ejercicios espirituales combinando el santo temor a la derrota con las ventajas que para alcanzar la victoria represente esforzarse por el buen camino y permanecer unidos al mando". Porque el silencio del comité ejecutivo tras las elecciones andaluzas "es revelador de un ambiente donde preguntar ofende, opinar descalifica y sólo el asentimiento lanar es garantía de progreso". Y entre reunión y reunión, cónclave y comité de sabios, "sigue en marcha la maquinaria infernal para perder elecciones, escalón tras escalón, hasta las generales de otoño, la derrota final".
La Razón es el único que abre con los datos del paro. "El empleo crece ya en España al ritmo de antes de la crisis". Dice que "Rajoy pedirá hoy a los suyos unidad para buscar el voto con la bandera de la recuperación". Y que no solo en el PP cuecen habas. "Rebelión en Podemos. Los disidentes amenazan con la escisión por las maniobras de la cúpula en las primarias". Ely del Valle cree que Pablo Iglesias "anda bajo de moral y se le nota. Es como si empezara a comprender que su plan de convertirse en presidente en tres tiradas de dados no tiene pinta de irle a salir redondo". Cachis, mira que se resiste el cielo. Javier G. Ferrari es otro de los que esperan grandes cosas de la reunión pepera. "Responde al deseo de Rajoy de ofrecer unas cuantas cucharadas de moral a su tropa que mayoritariamente la tiene en estos momentos por los suelos. Pero para que tenga efecto en las urnas hace falta algo más que unas dosis de efecto placebo". Sobre todo porque las urnas no están en la calle Génova, aunque ellos no lo sepan. Carmen Morodo dice que "el PP incidirá sobre el riesgo que supone votar a los partidos emergentes". Marhuenda se lanza en plancha y el primero. "Es votar al aire". Aire fresco. Suena bien.
ABC denuncia que "BPA contrató a Garzón para desbloquear las cuentas de un magnate chavista". En su segunda portada, dice que "Rajoy niega cualquier tensión en el PP y confirma su respaldo a Cospedal". A Bieito Rubido se le llevan los demonios. "Ayer Rajoy dio a entender que en Génova no ocurre nada especial. No es cierto. El fuego amigo lleva días abierto". En el editorial se da de cabezazos contra la pared y le suplica un poco de "humildad", que se la está jugando. "La solución exige autocrítica, sinceridad y humildad. La primera medida de una terapia es reconocer la existencia del problema". Hermann Tertsch le advierte. "El presidente debe tener cuidado con esa convicción de que a él no le pasa factura el negar obviedades. Los españoles están muy irritados y esto les parece ya una falta de respeto. Hasta aquello que realmente lo es, como que desprecien sistemáticamente su capacidad de interpretar la realidad". "Los méritos de Rajoy pueden ser devorados por su desmérito decisivo. Su irremediable falta de empatía, su permanente desprecio político del gobernante al gobernado", vamos, en román paladino, por esa manía que tiene de tomarnos a todos por idiotas.