Una roca procedente de un asteroide, que penetró en la atmósfera terrestre a casi 45.000 kilómetros por hora, provocó una brillante y "espectacular" bola de fuego al desintegrarse, que sobrevoló la provincia de Toledo hasta finalizar cerca de la capital, a unos 26 kilómetros de altura.
El fenómeno tuvo lugar hacia las 4.39 horas de la madrugada del pasado sábado, 30 de marzo, según ha informado este miércoles en una nota de prensa el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y fue grabado por los detectores de esta instalación que son utilizados por la Universidad de Huelva.
También fue registrado por otros sistemas de monitorización del cielo que controla el profesor José María Madiedo, de la Universidad de Huelva, en distintos puntos del sur del país en el marco de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos. La bola de fuego se produjo como consecuencia de la entrada en la atmósfera terrestre de una roca a una velocidad de casi 45.000 kilómetros por hora, que procedía de un asteroide.
El análisis preliminar del fenómeno realizado revela que la bola de fuego se inició a sobre la vertical de Espinoso del Rey (Toledo), a una altura de unos 85 kilómetros sobre el nivel del suelo. Desde ese punto, avanzó en dirección noreste hasta alcanzar una altura final de unos 26 kilómetros, en las proximidades de Toledo capital.