El exeurodiputado de UPyD Sosa Wagner recuerda hoy en un artículo en El Mundo la cacería que se desató contra él tras publicar un artículo en este mismo medio pidiendo un acercamiento a Ciudadanos. Bajo el título de "Oración fúnebre por UPyD", Wagner dice que aquellos días "se desataron contra mí las furias, esas tres diosas vengadoras de la mitología romana que, en este caso, tomaron la forma siniestra de insultos, descalificaciones e injurias. Irene Lozano me escribió un carta en la que empezaba por llamarme 'mezquino' y hacía todo tipo de insinuaciones injuriosas". También recuerda con nitidez cómo Gorriarán "utilizaba Twitter para insultarme todos los días durante dos meses, y Rosa Díez convocó un Consejo político en el que, en su presencia complacida, varias decenas de sus miembros me estuvieron vapuleando durante seis horas". Un Consejo político compuesto por "obtusos, obsesos y obstinados".
Lo único que hizo Sosa Wagner para merecerse ese trato fue tratar "de llamar la atención sobre la necesidad de reforzar la alternativa política representada por UPyD y Ciudadanos".
Tras la debacle en Andalucía, el exeurodiputado prevé que "los territorios donde está presente UPyD se irán distanciando poco a poco de la dirección del partido de suerte que, en poco tiempo, es probable que los directivos nacionales se conviertan en generales sin oficiales ni soldados".
Sosa Wagner cree inevitable la desbandada de militantes de UPyD a Ciudadanos. "Un consejo me permito dar aquí a los dirigentes de Ciudadanos en mi condición de viejo: los afiliados de UPyD que deseen integrarse en las filas de Ciudadanos deberán hacerlo uno a uno y superando un minucioso expediente de desgorriarización".
"Y a Rosa Díez, cuyo papel relevante en la política española siempre deberá serle reconocido en la política española siempre deberá serle reconocido por todo español sensible, así como su arrojo y valentía, me atrevo a recomendarle que relea la novela Doña Perfecta de don Benito Pérez Galdós".