Con una sonrisita satisfecha, Soraya Sáenz de Santamaría despidió hoy al periodista de El País que cubre la información del PP, Carlos Cué, desterrado a Argentina. "Como es su última rueda de prensa, pues desearle mucha suerte y decirle que le echaremos de menos. Gracias", dijo Soraya alzando la mano en señal de despedida.
El diario amigo de Soraya decidió el mes de enero sustituir al incisivo periodista por otro más maleable que tratara con más mimo al gobierno y al partido que lo sustenta en un año electoral clave.
El director, Antonio Caño, impuesto por Cebrián tras la depuración de Javier Moreno, poco proclive a ensalzar al Gobierno, y Juan Luis Cebrián, han decidido deportar a Cué a Argentina. Al parecer, el Gobierno y el PP quieren sólo informaciones laudatorias, sin ningún tipo de crítica, y Cué, demasiado "reivindicativo" y preguntón no se ajusta a sus deseos.
Hoy era la última rueda de prensa del Consejo de Ministros que cubría el redactor y la vicepresidenta no ha podido evitar despedir con aire socarrón a Cué.
Es conocida la estrecha amistad que une a Cebrián con Sáenz de Santamaría. Al principio de la legislatura, con El País al borde de la ruina, la vicepresidenta logró que los bancos renegociaran su deuda y no echara el cierre. El consejero delegado de Prisa le ha agradecido el favor. Ni una mala palabra sobre la vicepresidenta se leerá en El País. La última vez que se les vio juntos fue durante la inauguración de El País en catalán brindando por el éxito de la publicación.