Era imposible que Jordi Pujol Ferrusola pasara desapercibido este fin de semana en la Cerdaña. Al volante del Lamborghini Diablo, una de las joyas de la colección Pujol de deportivos de gran lujo, el primogénito, también apodado Jordi Júnior, JPF y "el nen", se dejó ver hasta el punto de suscitar la curiosidad de los gendarmes franceses. Era viernes y Jordi Pujol Jr. fue detenido, sin más consecuencias, "en un control en la carretera N-20, entre las localidades de Latour-de-Carol y Porta", según El Periódico. El rotativo barcelonés añade: "El diario La Razón publicó que Pujol júnior llevaba en ese momento 10.000 euros en efectivo, extremo que sus abogados desmintieron categóricamente".
La información abunda en detalles sobre el weekend de Pujol que parecen secuencias de la saga Resacón en Las Vegas. El Periódico publica una fotografía en su versión digital en la que se aprecia al gestor del legado Pujol a bordo del llamativo automóvil. También comenta que el sábado fue visto en un restaurante de Das, en la Cerdaña, en compañía de una mujer y otra pareja. El aspecto de JPF era lamentable, con un ojo morado y un brazo en cabestrillo. Pagó la cuenta con billetes de cien euros.